Adriano en la victoria del 2004 en Lima es una de las imágenes que Messi debe borrar en esta Copa América. (Foto: CBF / EFE)
Adriano en la victoria del 2004 en Lima es una de las imágenes que Messi debe borrar en esta Copa América. (Foto: CBF / EFE)

Cristian Grosso / "La Nación" - GDA

Alguien persigue venganza con especial ensañamiento. Ya no juega. Las últimas cuatro veces que se cruzaron en una la Argentina y Brasil, ganó Brasil. Y él estuvo en las cuatro derrotas. Es Roberto Ayala el hombre que necesita espantar sus fantasmas. Uruguay 1995, en Rivera, cuartos de final, la noche de la mano de Tulio..., el primer futbolista que atropella al árbitro peruano Alberto Tejeda para reclamarle por la falta es Ayala. Paraguay 1999, en Ciudad del Este, cuartos de final, Dida le ataja un penal al zaguero argentino a poco del final y el Scratch avanza. Perú 2004, en Lima, la primera final de la historia entre los gigantes se consume, ya se juega tiempo adicionado cuando Adriano gana una pelota suelta pese a que la selección se defiende con cuatro zagueros, Coloccini, Heinze, Quiroga que acaba de entrar y... Ayala. Y Venezuela 2007, en Maracaibo, otra vez el choque decisivo y Ayala en un cierre desesperado despeja contra su propio arco. Una maldición teñida de verdeamarelo.

Roberto Ayala tendido en el césped, luego de marcar un autogol ante Brasil en la final de la Copa América 2007. (Foto: La Nación / GDA)
Roberto Ayala tendido en el césped, luego de marcar un autogol ante Brasil en la final de la Copa América 2007. (Foto: La Nación / GDA)

Pero el de Ayala es apenas un disparador. Detrás del recordadísimo gol de Claudio Caniggia en Italia 90 acechaba la pesadilla. El mágico duelo comenzaría a atravesar un vuelco atroz, con sabor cada vez más amargo para nuestra selección. La última vez que la Argentina y Brasil jugaron en el estadio Mineirao, ganó Brasil. La última vez que se enfrentaron en un amistoso, ganó Brasil. La última vez que chocaron por las eliminatorias, ganó Brasil. En las tres ocasiones que definieron un título a final única, ganó Brasil. Y como reflejó el 'expediente Ayala', la última vez que se cruzaron por la Copa América, ganó Brasil. Y la anterior, y la anterior y la anterior, también ganó Brasil. El superclásico de América nunca será un partido más, arde como ningún otro. Un duelo con resultado abierto..., que últimamente termina igual: gana Brasil.

Hubo un quiebre hace dos décadas y desde entonces la tendencia tomó propulsión: después de 104 duelos, los vecinos ampliaron la grieta: 41 contra 38, con 25 empates. Se escapan. Si Argentina vencía a Alemania en la final de Italia '90, hubiese igualado en tres la cosecha de mundiales. Hoy el medallero muestra cinco oros brasileños y dos albicelestes.

En este siglo se atropellan los desplantes. Y de los más dolorosos, porque clavaron las peores frustraciones: en cada ocasión trascendente se coronó la canarinha, desde las apuntadas Copas América hasta la Copa de las Confederaciones 2005. Pero la maldición no quedó ahí. En los cruces por eliminatorias, Brasil ya consiguió lo que Argentina aún no pudo: se impuso como visitante. Lo hizo en Rosario, en 2009, en las descabelladas temporadas de Maradona como técnico. Y el embrujo del Scratch ya no se detuvo. El regreso del Superclásico de las Américas trajo nuevas amarguras para la selección. Para la de Alejandro Sabella y también para la de Gerardo Martino. El desafío bajo el envase de ida y vuelta, en 2011 y 2012 se lo llevó Brasil. Y en 2014, en el lejano terreno neutral de Pekín..., también.

Las victorias criollas se volvieron aisladas. Demasiado esporádicas y en amistosos. Un 4-3 en Nueva Jersey, en 2012, con un colosal Messi que marcó por triplicado, pero el éxito perdió cotización ante un Sub 23 brasileño que se preparaba para los Juegos Olímpicos de Londres. En 2010, en la exótica Doha quedó el registro de otro triunfo, por 1-0, con un nuevo gol de Messi, y más acá, en 2017, una victoria inmerecida por 1-0, en Melbourne, en el estreno del ciclo de Sampaoli. Victorias salpicadas y casi sin rentabilidad, nunca por los puntos.

Más de catorce años hay que retroceder para descubrir la última gran victoria nacional. Fue el 8 de junio de 2005..., un 3 a 1 que le aseguró a la selección de José Pekerman la clasificación para la Copa de Alemania. Fue el último triunfo en el país, el último triunfo oficial contra Brasil. Una noche cautivante, con un equipo afinado bajo la distinguida partitura de Riquelme, rodeado de inspirados intérpretes como 'Lucho' González, Saviola, Crespo, Sorin y 'Kily' González. Un primer tiempo avasallante terminó 3-0, para bajarlos a Cafú, Roberto Carlos, Emerson, Zé Roberto, Kaká, Ronaldinho y Robinho del Olimpo que habitaban.

La última vez que jugaron en Brasil, ganó Brasil. Y la anterior, y la anterior, y la anterior... Apenas en 1998, en Río de Janeiro, y en 1970, en Porto Alegre, festejó la Argentina. Apenas dos oportunidades en medio siglo y se trató de amistosos. Hace tiempo que no hay sonrisas. Solo esa mueca burlona que decora la cara de Brasil. Y la mirada compasiva cuando escucha ese hit tan pegadizo como grotesco: 'Brasssillllll, decime qué se siente, tener en casa a tu papá...'

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