Guillermo Oshiro Uchima

“Si David quiere vencer a Goliat, no puede utilizar las mismas armas”. El axioma de Rasmus Ankersen puede aplicarse en cualquier circunstancia, pero prefiere contextualizarlo en un mercado tan hostil como el del fútbol. El danés sabe que la subsistencia de los clubes profesionales depende exclusivamente de su ingenio -para él la suerte es solo efímera-, sobre todo si se trata de instituciones que no pertenecen al ‘jet set’ ni disfrutan del despilfarro de millonarios que recurren al balompié para matar el aburrimiento. Ese es el caso del humilde Brentford, que lucha en la Championship por ascender a la glamorosa Premier League inglesa.

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