Más que organizar una carrera, lo que se busca este 2022 es que Caminos del Inca recupere la identidad de siempre: el evento que conecta la historia del Perú con el ruido de los motores cruzando emblemáticas ciudades. Para esta edición, no solo se tomó la decisión de que por primera vez termine en provincias, y que sea el Cusco anfitrión de la premiación final, sino también se está devolviendo a los pueblos la carrera que siempre fue suya.
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“La partida se llama Raymi Costa Verde y la llegada será Raymi Cusco”, nos comenta Juan Diego Alegría, director de la carrera, a una semana del arranque. Es que cómo él mismo nos había dicho en otras oportunidades, “Caminos del Inca es una prueba de provincias”.
Y es la idea que rodeará a la edición 50 de la carrera, un evento especial. Por eso el Raymi de este viernes en la Costa Verde de Magdalena tiene un valor simbólico. Será una fiesta del automovilismo en el Circuito de Playas desde las 2 de la tarde. Un evento que celebra el regreso de Caminos tras dos ediciones de pausa por la pandemia que paralizó el mundo, y que vamos a seguir en todas las plataformas de El Comercio.
“Buscamos recordar que la carrera es Caminos del Inca. Por eso la llegada en el Cusco, con términos quechuas, y el paso por distintos pueblos. Queremos que sea una fiesta”, añade Alegría.
—Motores encendidos—
La partida simbólica será abierta al público. Los amantes de los fierros podrán conocer los potentes coches y fotografiarse con ellos. Desde las 2 p.m. estarán en la Costa Verde de Magdalena para recibir a los fanáticos.
Serán 140 vehículos en competencia y uno a uno pasarán por la rampa que se ha preparado al mismo estilo del Dakar, cuando partió en Lima en 2013. Este año, además, la competencia tiene el aval de
la Marca Perú con un objetivo: no solo organizar una carrera con más de un centenar de coches, sino que cada ciudad por donde pase Caminos se active para el turismo. Por eso, cada llegada será en una plaza céntrica. A disfrutar del rugir de los motores.