El apellido Orlandini posee una larga historia en el rally peruano y Raúl ha sabido defender esa investidura. Tres veces campeón de Caminos del Inca como piloto y una como copiloto, el ‘Mono’ acapara miradas en cada competencia y en esta edición no será la excepción. Desde hoy pisa el acelerador.
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—¿Cómo te sientes con la vuelta de Caminos?
Supercontento de volver al auto, de probarlo, de pasar revisiones. Es como si fuera la primera vez. He estado de para desde mayo del 2019, por lo que estoy muy contento de competir en Caminos, que tiene todos los condimentos para ser una gran carrera este año.
—¿Volver después de mucho qué te genera?
Voy con mucha calma, mucha precaución. No va a ser una carrera rápida, va a ser más de aguante. Hay que ir con cabeza fría y astucia, lo gana quien menos errores comete. Hay que ir cuidando el auto.
—Importante ya estar en Huancayo, segundo en la general
Tuvimos problemas, nos quedamos sin frenos. Luego en el segundo primer salimos ligeros. Pasamos Ronmel. Segundos en la general, perfecto. Estamos en Huancayo y eso es importante.
—Una categoría muy peleada con la presencia de los N5 en la categoría...
El Evo X con el que vamos pesa 1.500 kilos con 240 caballos de fuerza. Los N5 pesan 1.300 y tienen 275 a 280 caballos. El N5 es un auto superior, pero creo que el Evo es confiable. Esa es la pregunta: gana el auto rápido o el auto confiable. Así es Caminos del Inca.
—Como pasó en el 2019...
Lucho la ganó por la mala suerte de Richard Palomino, que tenía gran ventaja, pero le pasó de todo en la última etapa. Caminos es así. Yo siempre digo: el Inca te elige. Puedes hacer todo bien y no te va bien. Puedes estar ahí y el Inca te elige y te toca.
—Cusco-Puno y Puno-Arequipa en días seguidos. Será exigencia total.
Serán dos días donde no habrá espacios para los errores, sin tiempo para reparar. Días de supervivencia. Tienes que pensar si te juegas una estrategia agresiva con los auxilios, porque si los paras en la carrera van a quedar atrapados y no van a llegar a reparar en la noche.
—¿Que Ayacucho-Cusco sea en asfalto te favorece?
No sé si me favorece, pero me gusta bastante. En el asfalto me siento bien cómodo. Nos va a ayudar porque va a ser un tramo largo. Es asfalto con curvas y hay que manejar muy concentrado. Hay bajadas que van a ser muy duras para el auto.
—¿Te sientes favorito?
Trato de no pensar en favoritos porque pienso que Caminos del Inca no tiene favoritos. Los 10 a 15 primeros autos tienen la posibilidad de ganarlo. La mayor complicación es psicológica, son tantas horas que el mayor enemigo es uno mismo.
—¿Cerrar en el Cusco es lo mejor?
Me gusta mucho la idea del Cusco. Había que refrescar un poco la imagen de la carrera. Acabar en el Cusco le da ese toque místico y allá se va a tener mucha gente. Llegar a la plaza a tope va a ser un sueño.
—Tu papá ganó cinco veces ¿Se piensa en que puedes alcanzarlo?
Cada año es una posibilidad más. Tenemos un buen auto para lograrlo. Por un lado motiva, pero sabemos que tenemos tiempo. Mi papá ganó su primer Caminos a los 40 años, yo tengo 37 y ya hemos ganado cuatro.
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