Una banderola fue desplegada por la hinchada del Ajax durante el primer partido que disputó el equipo tras la hospitalización de Abdelhak Nouri, en el 2017.
Una banderola fue desplegada por la hinchada del Ajax durante el primer partido que disputó el equipo tras la hospitalización de Abdelhak Nouri, en el 2017.
Renzo Giner Vásquez

El cronómetro se acerca a los 34 minutos cuando el holandés Donny Van de Beek recibe el balón dentro del área de la , remata y anota. El joven mediocampista ve al juez de línea y, antes de que el VAR confirmara el empate para el , su grito tiene una dedicatoria especial: .

"Fue muy especial, nunca lo olvidaré. El minuto 34... Eso no puede ser una coincidencia", dijo Van de Beek al medio holandés Voetbal Primeur finalizado el partido. 

Ver esta publicación en Instagram

What a team, What a special moment.! #34 ⚽️🙏❤️

Una publicación compartida por Donny van de Beek (@donnyvdbeek) el

Lo particular del momento no solo reside en el empate que daría inicio a la remontada y clasificación de los holandeses a la semifinal de la , sino a que desde julio del 2017 el minuto 34  de un partido se convirtió en el 'minuto Nouri' para los del Ajax

Ya sea vistiendo la camiseta de Holanda en las categorías sub 15, sub 17, sub 19 o sub 21, la del Jong  Ajax en el 2014 o la del primer equipo de Ámsterdam en el 2016, Appie -como lo llamaban cariñosamente- siempre destacó en el campo de juego. 

El joven de 22 años y ascendencia marroquí era una de las promesas entre los Tulipanes y los Ajacieden, destacando junto al mismo Van de Beek u otras estrellas como Matthijs de Ligt y Justin Kluivert. 

Van de Beek y Nouri, en las divisiones menores del Ajax, celebrando un campeonato.
Van de Beek y Nouri, en las divisiones menores del Ajax, celebrando un campeonato.

Sin embargo, su vida cambió drásticamente el 8 de julio del 2017. El Ajax se encontraba disputando un partido amistoso con el Werder Bremen alemán en Austria. Corría el minuto 71:49 del partido cuando el jugador holandés con la camiseta número 34 se desvaneció.

De inmediato, uno de sus compañeros intentó llamar la atención del árbitro, quien seguía atento la jugada que transcurría por la otra banda del campo sin percatarse de lo que ocurría a sus espaldas.

El juez escuchó el llamado, detuvo el juego y fue trotando hacia el joven caído. Era Nouri. Habían pasado apenas 18 segundos desde que estaba en el suelo y un médico corría para atenderlo. El doctor del Bremen no dudó en entrar al campo para apoyar a su colega. 

Pronto, la situación pareció empeorar y la tensión se podía notar tanto en las caras de los holandeses como en las de los alemanes. Entre ellos, uno de los más afectados era Van de Beek, sustituido pocos minutos antes. Su mejor amigo acababa de sufrir un paro cardíaco. 

Nouri fue trasladado a bordo de un helicóptero a un hospital de la ciudad de Innsbruck, inducido a un coma y poco después los médicos dieron a conocer que el joven había sufrido graves daños cerebrales debido al largo tiempo que su cerebro pasó sin oxígeno. 

La primera reacción de la hinchada holandesa después de enterarse de la gravedad de la situación fue organizar una visita a la casa de sus padres. Algunos jugadores los acompañaron. En el estadio se veían banderolas alusivas a Nouri (como la imagen que abre esta nota). El joven jugador era ahora un símbolo para los Hijos de los Dioses (otro de los apodos para los del Ajax). 


Tuvo que pasar casi un año para que el mítico arquero holandés Edwin Van der Sar -ahora CEO del Ajax- saliera ante la prensa a reconocer que el tratamiento que recibió en la cancha había sido insuficiente, lo que agravó su situación.

"Debemos, a pesar de cualquier disputa, mantener una relación normal (con el equipo)", dijo Mohammed, padre del joven, poco después.


Tras pasar 13 meses en coma, Nouri despertó.

"Está postrado en una cama la mayoría del tiempo y no puede mover el cuerpo por sí mismo, solo su cabeza", describía su hermano Abderrahim durante una entrevista concedida en agosto del 2018. "Ahora a veces sale de la cama para sentarse en su silla de ruedas, pero su sistema inmunitario está debilitado, fluctúa mucho. No quiero entrar en detalles, pero la pasó muy mal. Fueron tiempos muy difíciles". 

El joven logra comunicarse mediante gestos faciales con sus hermanos y su padre. Sin embargo, los "severos e irreversibles" daños sufridos le impedirán volver a jugar fútbol.  

Sin embargo, estar lejos de las canchas no es un impedimento para que Nouri siga concentrando la atención de compañeros y rivales. Según su padre, miembros del club -que este año busca ganar por 34 vez la liga holandesa- lo visitan regularmente en su casa.

El 2 de abril cumplió 22 años y figuras de su equipo, de la selección holandesa, del fútbol europeo y hasta la super estrella del rival de turno, Cristiano Ronaldo, no dudaron en dedicarle emotivos saludos a través de las redes sociales. 

Al fin y al cabo, los Hijos de los Dioses no vuelven ídolos a muchos humanos. Y Nouri no solo es uno de estos pocos elegidos, sino que además es al que le dedican cada triunfo. 

Contenido sugerido

Contenido GEC