"Atlético Simeone", por Manuel Barreto

MANUEL BARRETO

Cincuenta años después, el Atlético de Madrid volvió a clasificar a la semifinal de la Champions League. Los responsables de tamaña gesta son un grupo de jugadores con espíritu de hierro y un entrenador capaz de dirigir al mismo tiempo tanto a su equipo como a los aficionados. El Vicente Calderón rugía el día de ayer, poniendo su parte en la consecución de la hazaña. Los últimos cuatro empates consecutivos entre ambos presagiaban un duelo parejo, en donde la diferencia estaría en los detalles. No lo quiso así el Atlético. Apabulló de entrada a un Barcelona gris.

Contrariamente a lo que se esperaba, Atlético salió desbocado en busca del gol. Presionó arriba, buscando generar un error que permitiera una transición rápida para conectar con Adrián o Villa. Nadie como ‘El Guaje’ para reconocer las fisuras defensivas de su ex equipo. Colonizó la espalda de los centrales rivales y sirvió el centro que, luego del pivoteo de Adrián, acabaría en el gol de Koke, inmenso. Fueron veinte minutos de vendaval rojiblanco.

El Barza acusó el golpe y buscó recomponerse para intentar empatar la llave. Neymar, en una gran jugada individual, quiso mostrar el camino pero no hubo caso. El cuadro catalán se mostró largo y desarticulado. Buscó en sus solistas la solución que no encontraba colectivamente. Messi, que tanto nos ha dado, pareció un pariente lejano de aquel que en los partidos más difíciles aparece con rebeldía para imponerse y dictar sentencia. Los genios también merecen descansar. Con la salida de Iniesta por Pedro, Barcelona terminó por renunciar a su pasado y claudicar ante el coraje de un gran rival. Atlético de Madrid irrumpe en semifinales con posibilidades de alzarse con el título.

Simeone ya convenció a todos de ello. A su equipo, a su hinchada y a nosotros.