"Cristiano, el futbolista robot", por Miguel Villegas [OPINIÓN]
"Cristiano, el futbolista robot", por Miguel Villegas [OPINIÓN]
Miguel Villegas

No hay un futbolista en el mundo que represente tanto a un cultura futbolística como  al Madrid. Ni Sergio Ramos ahora, ni Raúl González hace poco. Cristiano es espectacular y decisivo, individualista y polémico, porque el es así: solo la NASA compite con ellos en la polémica tabla de gastos de dinero. CR7 es, si se me permite, la suma de todos los tiempos del madridismo: si Di Stéfano fue el crack que imponía la moda y mandaba en el campo para ganar cinco Copas de Europa consecutivas, hace 50 años, Cristiano Ronaldo es el modelo perfecto al que uno le busca errores y no se le encuentran. Así, puede estar borrado 120 minutos de una final de Champions como esta ante el Atlético, pero en el instante clave –un penal-, toma la pelota, camina, retrocede, corre y antes que patee, uno ya sabe que es gol.

Di Stéfano era un jugador mágico al que llamaban la Saeta Rubia por una velocidad improbable, inédita. Cristiano es una máquina que ni siquiera puede definirse.
Jugó poco y nada, o mejor dicho, no apareció como uno quiere que aparezca un hombre que ha ganado tres Balones de Oro: si se le diera micrófono a sus críticos, seguro alguien pediría que corte el césped y lave las camisetas. Declarado individualista, pero campeón de todo con su equipo, el delantero portugués descanso largos 120 minutos donde miró cómo los calambres consumían a los defensores del Atlético y no se inmutó, al contrario, siguió pegado a la banda para asociarse (mal) con Marcelo y chocó una y otra vez en el área con Benzema. Parecía terco en el arte de esperar su gran momento. Tuvo una en tiempo suplementario solo para confirmar la teoría y para polarizar más el debate sobre si es más importante un hombre o el colectivo.

Los jugadores como él son así, al menos los que están fabricados para no fallar nunca. Con el físico que parece diseñado en un laboratorio, Cristiano Ronaldo pateó el penal como le exigía la historia (y todos lo que querían que lo falle, naturalmente). En momentos en que a otros le tiemblan las piernas, a Cristiano se le endurecen.
Difícil saber si podrá alcanzar a Di Stéfano en el podio histórico del Real Madrid. Esta mañana, cuando amanezca con tres Champions en su CV, es posible decir que Cristiano solo se supera a sí mismo.

Con este penal, Cristiano Ronaldo le dio la 'Undécima' al Real Madrid

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