Joe Hart: las formidables atajas del arquero ante Barcelona - 4
Joe Hart: las formidables atajas del arquero ante Barcelona - 4
Redacción EC

Lionel Messi dio un recital de juego aunque no marcó y el Barcelona avanzó el miércoles a los cuartos de final de la Liga de Campeones por octava ocasión consecutiva, un nuevo récord de la competición, al superar 1-0 el miércoles al Manchester City.

El equipo que dirige el chileno Manuel Pellegrini, cada vez más cuestionado, volvió a fracasar en su intento por superar la eliminatoria de octavos y cayó rendido a Messi, estelar en el dominio de la escena a solo cuatro días de la disputa del clásico de la liga española contra el Real Madrid. Barsa avanzó por un global de 3-1.

Si los blancos vieron el partido de sus acérrimos rivales contra el City, tienen motivos para preocuparse pese al escueto marcador: Messi desplegó todo un repertorio de conducciones, caños, disparos y asistencias como la que facilitó a los 31 minutos el gol ganador de Ivan Rakitic.

El cuadro de Manchester, que había caído de local en la ida por 2-1, volvió a ofrecer una triste imagen en el estadio Camp Nou, donde también certificó su eliminación europea la pasada campaña por global de 4-1. Apeado en el curso actual de la copa, al conjunto de Pellegrini solo le queda luchar por la liga Premier, donde se halla a seis puntos del líder Chelsea, con un partido pendiente para los londinenses.

El pase aseguró una previa plácida del clásico para el Barsa, que anda puntero en el campeonato con una unidad de ventaja sobre el Madrid pero se congratula sobretodo del excelente estado de forma de Messi en el tramo decisivo de la temporada.

Con un ambiente enrarecido en el vestuario, el City en ningún momento consiguió plasmar una mínima química sobre la cancha y apenas encontró cierto alivio en las conducciones de Yayá Touré por el centro, escaso de apoyos laterales y sin referencias en la delantera, donde el argentino Sergio Agüero pasó mayormente desapercibido hasta errar un penal.

Como en el cotejo de ida, su compatriota Messi asumió las tareas de facilitador desde el arranque, aunque la primera ocasión de gol la generó Dani Alves con un robo adelantado a Vincent Kompany y pase al brasileño Neymar, quien impactó el poste más cercano de .

"La Pulga" inició entonces su particular espectáculo con un latigazo al cuerpo del arquero tras una vertiginosa asociación con Andrés Iniesta, y afinó puntería en dos tiros libres ligeramente desviados.

Finalmente, un atropellado ataque visitante desencadenó el gol de Rakitic, origen de la recuperación que Jordi Alba transformó en elástica transición y descarga para Messi, pletórico de recursos a la hora de deshacerse de Aleksandar Kolarov, atraer la atención del resto de la zaga y lanzar una comba de vuelta al croata, de hábil definición mediante globo sobre Hart.

Y mientras la hinchada coreaba el nombre de Messi, no hubo cuartel para el Man City, que solo inquietó el arco barcelonista en zapatazos lejanos de Kolarov y Touré y alcanzó el descanso incluso aliviado de que la última ocasión barcelonista se saldara con balón picado al poste de Luis Suárez.

El uruguayo gozó de una nueva oportunidad a pase de Messi tras la reanudación, pero el remate de zurda murió en el lateral de la red. Tampoco atinó el rosarino en mano a mano con Hart, servido al contragolpe por Neymar.

Los intentos de larga distancia seguían oficiando como único recurso del cuadro de Pellegrini, y Touré se acercó un poco más en una exhibición de potencia y pundonor; pero la obra seguía la tiránica batuta de Messi, repartidor de golosinas como la que obligó a una valiente atajada de Hart ante otro arribo de Neymar.

El brasileño, en constante ebullición, volvió a toparse con el arquero a pase de Iniesta, y se abrió entonces la puerta de la esperanza para el City cuando el árbitro señaló un riguroso penal de Gerard Piqué a Agüero; pero la cerró de golpe Marc-André ter Stegen al adivinar la intención del "Kun" en la ejecución desde los 11 metros.

Desfondado por el esfuerzo en la presión, los incesantes desmarques y el repliegue, el Barza vio cómo Suárez, Messi y Neymar malograban nuevos remates ante un Hart espectacular, y se contentó de asegurar el triunfo en el tramo final, guardando la munición para su más inmediato y exigente compromiso.

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