GUILLERMO OSHIRO @kenoshiro777
No es mediático como Cristiano Ronaldo ni tiene el cartel galáctico de Bale o James, pero Benzema confirmó hoy su importancia en el Real Madrid con el gol de la victoria ante el Liverpool, ese tanto que ratifica la gran regularidad de un atacante que brilla y cumple en silencio, sin una prensa detrás de él que infle cada una de sus actuaciones.
El francés, que marcó en los cuatro partidos de Champions de esta temporada (ya tiene 5 tantos), no solo hace goles, también los sirve; juega y hace jugar. Es un delantero que responde colectiva e individualmente. No se obsesiona con el gol como otros y busca el remate al arco cuando está bien colocado.
Ante el Liverpool apareció en el área como un ‘9’ neto para empujar el centro de Marcelo. Pero también retrocedió unos metros, cuando el partido lo requería, para hacer juego con Cristiano, James o Isco, desarticular a la defensa inglesa y hasta para habilitar a sus compañeros como el mejor 10, tal como sucedió en la segunda mitad en un contragolpe que lanzó a Bale rumbo al arco ‘red’.
En 86 minutos no se encasilló en una sola posición, no fue un ‘9’ estático. Todo lo contrario. Se movió por el centro como también por la derecha y sus estadísticas son elocuentes: tres remates, un gol y una efectividad del 82% en los pases. Benzema siempre juega para el equipo.
El francés ha sido, sin dudas, un negocio rentable para el Real Madrid que pagó 35 millones de euros y ya gritó 121 conquistas oficiales del ‘Gato’, un ‘Gato’ con botas de oro.