Keylor Navas llegó al Real Madrid después del Mundial Brasil 2014. (Foto: Reuters).
Keylor Navas llegó al Real Madrid después del Mundial Brasil 2014. (Foto: Reuters).
Pedro Canelo

Pura Vida es mucho más que la denominación comercial de un producto lácteo marcado por la controversia en el Perú. “Pura vida” también es el saludo-despedida emblema del amigable país de Costa Rica. Un símbolo de camaradería, un honesto deseo de salud y vigencia como el “no te mueras nunca” de los argentinos. Sin haber nacido en este país centroamericano, los principales cracks del Real Madrid se han manifestado después de ganar la Champions League con un decidido “pura vida” para pedir que Keylor Navas se quede en el club merengue. No importa si viene De Gea o si quieren hacer titular a Kiko Casilla, la consigna en el camerino del Real es que el tico no se vaya hasta que se termine su contrato (dentro de tres años). En la posición del campo más solitaria, Navas es un arquero que siempre estará acompañado.

Poco falta para que aparezcan los videos de despedida para jugadores como James Rodríguez o Álvaro Morata en el Real Madrid. Lo que aún no se resuelve es la continuidad de Keylor Navas como el número 1 merengue. Que sea tan poco mediático ayuda más a que pase desapercibida la incertidumbre sobre su futuro. Las noticias llegadas ayer desde España confirman que el plantel y su técnico, Zinedine Zidane, están a muerte con él. Keylor, uno de los goleros que mejor vuela en el balompié internacional, estaría muy lejos de despegar de la capital española.

Quizá a Keylor Navas le faltan esos reflectores irrepetibles que tuvo en el Mundial de Fútbol de Brasil. Valor destacado en el avance sorpresivo del cuadro tico hasta cuartos de final, Navas no necesitó alzar la voz ni un vestido extravagante para llamar la atención de todos hasta convertirse en el mejor arquero de aquel momento. Sorprende que la UEFA no lo haya considerado en el plantel ideal de la Champions (con todo respeto, Oblak), cuando Keylor ha registrado cifras que hasta superan en la fría comparación numérica al mismo Gianluigi Buffon. Según los registros del diario español “AS”, cerrada la temporada 2016-17, Navas acumuló 115 paradas contra las 88 del mítico ‘Gigi’. Se podrá decir que quizá a la Juve le llegaron menos que al Real, pero eso ya sería ser algo mezquino con el meritorio rendimiento del costarricense en una compaña histórica del Real.

Una buena parada de un arquero tiene valor de gol. Y Navas ha sido tan determinante como el mismo goleador Cristiano en este nuevo título de Champions. Tuvo dobletes de paradas decisivas en las semifinales ante Atlético de Madrid y ante la Juventus en ese complicado primer tiempo en Cardiff. Keylor Navas está hecho a la medida de un equipo que lo ha ganado todo y que quiere seguir haciéndolo. El ‘1’ de Costa Rica ya tiene dos Champions League, dos Mundiales de Clubes, dos Supercopas de Europa y una Liga. Atrapa títulos como balones en el área chica después de un córner rival.

¿Qué sumarle a este Real Madrid que huele a campeón de todo por unos dos o tres años más? ¿Un defensor central quizá? Con ese plantel, donde los treintones son Cristiano y Modric, la única preocupación debería ser trabajar en las recuperaciones físicas con los fisioterapeutas para evitar lesiones de los cracks. El Madrid actual es como una colección de autos de lujo que solo necesitará cuidadoso mantenimiento. Y allí debería ser incluido un Navas de gran cierre de temporada. En esa revisión técnica al Real, no deberían bajarle la llanta al tico.

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