Salvo algunas excepciones, Argentina no se ha caracterizado precisamente por ser tierra fértil para que los peruanos produzcan éxito con el balón en sus pies. Julio Meléndez (1968 – 1972) y Nolberto Solano (1997-98) conquistaron al hincha de Boca Juniors en base a su riquísima técnica, e incluso la barra xeneize le dedicó al impasable defensor un cántico que fue adquiriendo valor con el tiempo ( “y ya lo ve, es el peruano y su ballet”, gritaba la barra). Juan José Jayo Legario dejó buenas sensaciones en el medio campo del Unión de Santa Fe de 1998, no por nada fue incluido en el once ideal de toda la historia del cuadro ‘Tatengue’. Y ni qué decir de Percy Rojas, Eleazar Soria y Franco Navarro en Independiente de Avellaneda. Para el hincha del ‘Rojo’, los dos delanteros son ídolos, dejaron huella en Avellaneda. El primero levantó la Copa Libertadores en 1975, y el tercero dejó afónico a los simpatizantes de tanto gritar sus tantos.
Un poco más atrás, en la década del 40, José Soriano defendió el arco de River Plate durante tres temporadas, llegando incluso a ser capitán de ‘La Máquina’, equipo que marcó una época en canchas argentinas. En los 60 fue Víctor Benítez, el famoso ‘Conejo’, quien dictó cátedra comandando la defensa de Boca. Ese fue su trampolín para llegar a Italia, donde fue campeón de la Copa de Europa con el AC Milan.
Sin embargo, de allí en más nos encontramos con traspasos que no dieron la talla en una liga exigente, que enamora al espectador por el colorido de sus tribunas, el aliento incesante del fanático y por jugarse en la tierra que vio nacer a Diego Armando Maradona y Lionel Messi. La lista de futbolistas nacionales que se fueron sin pena ni gloria de Argentina es interminable: Diego Mayora (Colón de Santa Fe), Josepmir Ballón (River Plate), Waldir Sáenz, Ronald Quintero (Unión de Santa Fe), José Pereda (Boca), Luis Guadalupe (Independiente), Rinaldo Cruzado (Newell’s), entre otros. No obstante, sin llegar a ser idolatrados, hubo dos peruanos que en el 2005 cruzaron las fronteras para vestir la camiseta de Colon de Santa Fe y ganarse el cariño del ‘sabalero’: Juan Manuel Vargas y Juan Cominges. Los Juanes peruanos.
El ‘Loco’ que desató la euforia ‘sabalera’
Vargas llegaba a Colón después de haberse cansado de romper redes en los arcos del Descentralizado. Con la crema marcó ocho tantos con una fórmula repetida que luego se volvió una especialidad de la casa: bombazo de zurda desde afuera del área.
En Argentina pudo seguir potenciando su habilidad para ejecutar tiros libres, al adueñarse completamente de los balones parados. En su primera temporada con el club argentino disputó 18 encuentros y anotó tres goles en la liga. En el Torneo Clausura 2006 convirtió un gol en 35 encuentros del campeonato nacional. Dentro de todas sus anotaciones, la que más se le recuerda es un golazo de tiro libre que le marcó a Boca para silenciar la Bombonera. Fue tan bueno el rendimiento del lateral, que el Calcio Catania de la Serie A pagó un monto de 3,35 millones de dólares por su fichaje.
El ‘Flaco’ lleno de fútbol
Después de tener actuaciones destacadas defendiendo los colores de Universitario y Cristal, Juanchi fue pedido por mismísimo Chemo del Solar, quien en aquel entonces integraba una dupla técnica junto al argentino Juan Antonio Pizzi. “Yo agradezco el interés de Cienciano y la intención de Cristal de retenerme. Pero creo que era el momento de emigrar y probarme yo mismo hasta dónde puedo llegar en el fútbol. Creo que Colón me puede permitir llegar a Europa, que es mi máximo objetivo", decía en aquel momento el volante, previo a viajar hacia Argentina para hacer le pretemporada.
Cabe resaltar que en aquel plantel de Colón brillaban futbolistas como el Daniel el ‘Cata’ Díaz, el colombiano Giovanni Hernández y Esteban el ‘Bichi’ Fuertes, solo por citar algunos nombres rutilantes de aquella versión de Colón. En aquella temporada, Juanchi, con el dorsal 8, tuvo varios partidos en donde trascendió. A pesar de algunas lesiones sufridas en el camino, como una que lo dejó fuera de las canchas un mes, el ex-‘U’ se las arregló para mostrar lo mejor de su repertorio: pase gol, cambio de ritmo y juego atildado. El ‘Flaco’, a pesar de su 1,87 m., era elegante para jugar, por ello más de un periodista argentino aseguró que nuestro compatriota tenía un aire futbolístico al uruguayo Enzo Francescoli. Tan bueno fue su desempeño, que al año siguiente fue a parar al Estudiantes de la Plata, a pedido nada menos que por un Diego Simeone, quien daba sus primeros pasos como entrenador.
Mucho antes de las emociones que despierta hoy en los hinchas santafesinos la final de la Copa Sudamericana de este sábado (3:30 p.m. Direc TV) ante Independiente del Valle, hubo un tiempo en el que los Juanes peruanos los hacían saltar de las gradas y cantar goles. No ganaron un título, pero sí el respeto de una exigente fanaticada como la de ‘Los de siempre’, la barra principal del ‘sabalero’.