Deontay Wilder derribó con un potente derechazo al cubano Luis Ortiz en el séptimo asalto para derrotarlo y retuvo su título de peso completo, lo que le abre el camino para su lucrativa revancha contra Tyson Fury en febrero.
El combate terminó de súbito tras una actuación deslustrosa de Wilder en los primeros seis capítulos. Sin embargo, volvió a exhibir su demoledora pegada con la que ha ganado todas sus peleas por nocaut, salvo dos.
“Finalmente encontré mi distancia y lancé el golpe”, declaró Wilder. “Tuve que cazarlo. Tuve que calcular ciertos movimientos”.
Wilder dio la revancha a Ortiz, de 40 años, al que derrotó en 2018 en el décimo asalto. Ahora sigue la revancha contra Fury, ya pactada para el 23 de febrero.
Ortiz (31-2) no protestó que el réferi decretara el final de la pelea, aunque señaló que le pareció que el conteo se apresuró al final cuando iba en 7.
“Tenía una idea clara de lo que estaba pasando cuando caí a la lona”, señaló Ortiz. “Cuando escuché al referí decir siete estaba tratando de ponerme en pie, pero supongo que la cuenta fue más rápido de lo que calculé”.
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Deontay Wilder (41-0-1/ 40 KO) piensa más en su próxima pelea que en la contienda que sostendrá este sábado 23 de noviembre en Las Vegas. El campeón mundial de los pesos pesados del CMB, está más interesado en el pleito con Anthony Joshua que en su pelea de boxeo contra Luis Ortiz. La riña marcará la revancha del duelo que disputaron en marzo del 2018 y en la que ganó con toda notoriedad el oriundo de Alabama.
“Quiero despejar todas las dudas de que soy el mejor. Algunas personas creen que tuve una salida rápida, y yo quiero demostrar que se equivocan. Pero también porque Luis pasó su carrera sufriendo que le nieguen oportunidades los otros pesados. Le quiero dar, a sus 40 años, este regalo de una última oportunidad en una gran noche”, comentó en conferencia de prensa Deontay Wilder.
Por su parte Luis Ortiz (31-1/ 26 KO) tienta nuevamente la oportunidad de su vida al borde de sus 40 años. Con un gran porcentaje de nocaut y con el recuerdo que hizo tambalear al campeón Deontay Wilder, los puños del cubano se cargarán de hambre para ir por el título de los pesos pesados y la continuidad en un alto nivel.