Si el fútbol es el juego del engaño, no existe nadie mejor en ese rubro que Bernio Verhagen. Pero el problema del paramaribeño de 25 años, de nacionalidad holandesa, es que sus mejores trucos los realiza fuera de las canchas, donde es un verdadero mago para sorprender a dirigentes incautos. Terminó la pasada temporada en el Dinamo Auto de Moldavia y en este curso ya firmó contratos con tres clubes. Un mes después de su efímero paso por el Cape Town de Sudáfrica decidió probar suerte en otro continente para reforzar al Audax Italiano. Tras su estadía de dos meses y medio en Chile, optó por volver a Europa para fichar por el Viborg FF de Dinamarca, donde finalmente se desmoronó su mentira: el club de la Segunda División danesa confirmó que se trababa de un falso futbolista.
Verhagen se ofrecía como un extremo por derecha con aptitudes para jugar por todo el frente de ataque. Sin embargo, en las prácticas no lo demostraba, y en los registros no se le computaba ningún partido oficial en su carrera. Para no poner al descubierto sus pocas habilidades futbolísticas, Bernio se escondía detrás de todo tipo de excusas. Pero en Chile se le ocurrió otra idea. Acusó al plantel y al comando técnico del Audax de racistas.
“Me decían mono, negro, esclavo. Me robaron la plata del camarín. Tengo pruebas, tengo mensajes y videos”, le contó Verhagen a “El Mercurio”. Así pudo librarse otra vez de tener que ganarse el sueldo en buena lid.
La respuesta del Audax llegó a través de un comunicado. “Desconocemos los motivos de su determinación, aunque sí estamos conscientes de su molestia debido a la demora de su anterior empleador para enviar el TMS (carta pase) que lo habilitara para competir profesionalmente en Chile”, informó el club.
Esa maniobra le permitió fugar para anclar en Dinamarca. ¿Pero cómo engañaba a los clubes? Según cuentan, el mismo jugador llegaba con el cartel de representado por el Stellar Group, una empresa que hoy maneja al galés Gareth Bale y otros tantos futbolistas. Así convencía de que era un “buen producto”.
Sin embargo, en el país escandinavo se acabó la mentira. Fue acusado de estafa, también por robo y agresiones contra su pareja chilena. “Me tiene secuestrada. Me golpeó y escupió en mi cara. No me quiere devolver a Chile”, denunció Nayaret Muci a “La Tercera” su país. Y la justicia danesa intervino para retenerlo preventivamente hasta llevarlo a juicio. Pero cuando se dirigía al juzgado escoltado por policías, Verhagen otra vez gambeteó a todos para fugarse hace unos días.
Bernio pudo engañar a muchos clubes, no a la justicia. En la ciudad de Holstebro fue capturado hace algunas horas por la policía danesa, como da cuenta el diario “Marca” de España. Ahora no podrá librarse de esta marca personal.
La única evidencia que lo acredita como futbolista son los 15 segundos del único video suyo que aparece en YouTube y unos cuantos meses en la cantera del Willem II en el 2009. El resto de su carrera es puro cuento, uno que terminará tras las rejas.