EL GP de Bélgica tuvo la presencia del coche de seguridad apenas en la vuelta 11 luego de un accidente entre Antonio Giovinazzi y George Russell. Ante ello se tuvo que colocar las banderas amarillas en una parte del circuito.
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Giovinazzi, de Alga Romeo, sufrió un trompo y se pegó contra las paredes de protección, con lo que su coche terminó prácticamente destruido. Las piezas saltaron a la pista, lo que significó un gran peligro para los demás pilotos.
Atrás venía Kimi Raikkonen, quien apenas pudo pasar. Sin embargo, George Russell, de Williams, no pudo hacerlo con uno de los neumáticos del coche de Giovinazzi, por lo que también terminó contra las paredes del circuito.
Debido al accidente y a las piezas regadas, tuvo que salir el coche de seguridad, que se mantuvo durante unas tres vueltas para que se pueda limpiar la pista. Los demás coches aprovecharon para entrar a boxes para cambiar neumáticos.
Pese a las banderas amarillas, los Mercedes de Hamilton y Bottas se mantuvieron adelante de la carrera, aunque Verstappen se acercó al segundo de ellos.
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