Mafe Lovatón Espinel

El camino de en el fútbol empezó con una mentira inocente. Para poder entrenar en las inferiores del Sabadell Fútbol Club donde una amiga suya jugaba, tuvo que hacer una travesura. “Yo tenía siete años y la edad mínima para jugar era de ocho años, por lo que mi familia tuvo que hacer un poco de trampa para que yo pudiera fichar”, cuenta hoy como anécdota de esos recuerdos que parecen tan lejanos.

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Creció en Mollet del Vallés, una ciudad de la provincia de Barcelona a 25 kilómetros del corazón de la capital catalana junto a sus padres Jaume y Elisabet, y su hermana Alba. Desde pequeña supo que el balón era lo suyo y nunca fue rechazada por sus compañeros de colegio a la hora de jugar fútbol. “Nunca me sentí desplazada. Eran los amigos del pueblo de toda la vida y contaban conmigo para todo. Siempre jugaba. En el patio hacía yo los equipos. O me tocaba elegir o me elegían la primera”, asegura.

Alexia Putellas de pequeña junto a sus padres padresJaume y Elisabet, y su hermana Alba. (Foto: El Mundo)
Alexia Putellas de pequeña junto a sus padres padresJaume y Elisabet, y su hermana Alba. (Foto: El Mundo)

Como futbolista Alexia se describe como una persona disciplinada, comprometida, decidida y mandona en el fútbol. “Me gusta que las cosas estén bien hechas”, asegura en una entrevista al diario El Mundo. Esas cualidades la han llevado a la élite del fútbol femenino europeo y a coronarse como la mejor futbolista del momento. “Es una futbolista polivalente, que sin ser delantera tiene números de delantera. Siempre está presente en jugadas decisivas, un gol, una asistencia o un desborde que rompe el partido y marca la diferencia”, nos comenta David Menayo, periodista español de Diario Marca que desde el 2007 sigue al fútbol femenino.

Claro que, el camino no fue nada fácil. El fútbol femenino en España no siempre fue como lo es ahora. En el 2015 fue la gran exposición de este deporte a raíz de la primera la clasificación de España a un Mundial. “Las jugadoras de fútbol en España han tenido que superar un clima implícito de desaprobación, de comentarios sexistas y despectivos”, afirma la periodista española Danae Boronat en su libro ´No las llames chicas, llámalas futbolistas´.

Alexia ha vivido en carne propia ese cambio en el fútbol femenino desde sus inicios cuando con 16 años debutó profesionalmente en Primera División en el Espanyol. “Durante los 20 años que llevo jugando, el mundo ha cambiado y cambiará más aún”, dice la catalana. En el 2012 Alexia volvería a Barcelona para vestir los colores del club de sus amores.

“Cuando volví al club en 2012, estuvimos unas cuantas temporadas sin ganar nada. No dábamos el nivel. Pero el Barza, en vez de revisar su apuesta, la dobló. Incluso cuando los resultados no eran inmediatos, el club se comprometió con el proyecto. Sabían que se necesita tiempo para llegar al éxito”, cuenta. Desde esa primera temporada Alexia, que porta el dorsal número 11 y el brazalete de capitana, ha marcado 159 goles en 357 partidos.

Esa primera temporada no fue sencilla. Meses antes la joven jugadora perdería a su padre de manera inesperada lo que sería un fuerte golpe a nivel personal. A pesar de eso, siguió adelante y años después sería reconocida a nivel mundial como la mejor jugadora del mundo al ganar el Balón de Oro el año pasado.

Al recibir el premio, la de Mollet no dudó en dedicarle unas palabras a su padre. “Quiero dedicarle este momento a alguien muy especial. Por quien hago todo, espero que estés muy orgullosa de tu hija: ahí donde estés, esto es para ti, papá”, exclamaba emocionada en el teatro Châtelet de París con una multitud enfrente que se puso de pie para aplaudirla. Esta tarde, al lado de estrellas como Ronaldo, Zidane o Karim Benzema, volvió a celebrar: ganó su segundo Balón de Oro femenino.

En la temporada 2020/2021 Alexia y un Barcelona casi invencible obtuvieron el triplete histórico que le valió no sólo para ganar el Balón de Oro sino ser galardonada como la mejor futbolista del año en Europa por la UEFA y mejor delantera de la Liga de Campeones. Hoy la centrocampista ha conseguido 14 títulos con la camiseta blaugrana hasta la actualidad, llevando al club culé a la élite del fútbol femenino mundial junto con el Olympique de Lyon, Arsenal, Wolfsburgo y Frankfurt.

El fenómeno de Alexia y este Barcelona está teniendo un impacto inimaginable para el mundo del fútbol. Con 91 648 espectadores en el Camp Nou y un nuevo récord mundial de asistencias en un partido de fútbol femenino, el club se clasificó a la final de la Champions League Femenina ante una afición volcada hacia sus jugadoras en una noche histórica. “Fue muy emocionante estar ahí y ver niños y niñas con camisetas de las jugadoras, coreando sus nombres, alentándolas y celebrando sus goles, creo que nunca viví nada igual”, relata emocionada Paula Valdunciel periodista española del diario Mundo Deportivo.

Para Menayo la figura de Alexia transciende el campo, no sólo por su juego o sus números sino por lo que significa ella como símbolo para el Barcelona y el fútbol español. “Es capitana no sólo por el brazalete, sino por la capacidad de liderazgo que tiene, por el mensaje que transmite dentro del vestuario y de cara a los medios. Es una líder no sólo del fútbol sino del deporte y de la sociedad”, afirma. Añade además, que la versión que estamos viendo esta temporada de la catalana es incluso mejor que la anterior y que seguramente seguirá sorprendiéndonos.

Alexia ha abierto las puertas del fútbol femenino al mundo con su ejemplo y compromiso, dejando atrás la idea de que ´las mujeres no pueden jugar fútbol´. “La imagen y el reconocimiento que está teniendo a nivel mundial es más importante que lo futbolístico. Ha creado una comunidad que no es sólo el Barcelona sino ella como la figura principal”, comenta Valdunciel.

La capitana del Barza es además miembro del primer sindicado que se dedicada exclusivamente al fútbol femenino: FUTPRO, en el que se defienden los derechos de las jugadoras a los de los clubes masculinos para igualar las condiciones. “Tenemos la responsabilidad de pelear hoy para que las jugadoras del futuro se puedan dedicar únicamente a ser mejores profesionales. Porque nosotras perdemos energías en estas reclamaciones, mientras que ellos pueden centrarse en el juego”, concluye.

Hoy por hoy, Alexia Putellas hace un llamado mundial a reflexionar a los fanáticos del fútbol y a la sociedad. “”El fútbol nos pertenece a todos”, afirma. La mejor jugadora del mundo no se preocupa por los títulos, los goles o los premios, para ella lo importante es velar por las siguientes generaciones de niñas que quieran dedicarse al deporte del balón y que puedan hacerlo en igualdad de condiciones.