La salida a la cancha de los equipos titulares de Argentina y Colombia se retrasó por varios segundos, debido a la ausencia de Lionel Messi. El capitán de la ‘Albiceleste’ demoró en aparecer en el túnel y sus compañeros no pudieron avanzar rumbo al campo.
Las cámaras de TV captaron el peculiar momento. Es más, el grupo arbitral, encabezado por el venezolano Jesús Valenzuela, subió algunos escalones. Del lado colombiano también estaban haciendo ello, pero se percataron que los argentinos estaban en su mismo sitio y se detuvieron.
Instantes después, llegó Lionel Messi muy apurado y se cumplió con el protocolo de salir todos juntos a la cancha del Estadio Mané Garrincha, de la ciudad de Brasilia.
Messi quiere la final
Lionel Messi se juega ante la selección colombiana una de sus últimas posibilidades de darle un título a Argentina, que quiere cortar una sequía de 28 años sin ellos. Y de darse él mismo el gusto de lograr lo que no ha podido en cuatro finales, tres en la Copa América (Venezuela-2007, Chile-2015 y EEUU-2016) y una en el Mundial de Brasil-2014.
Para alcanzarlo, la ‘Albiceleste’ depende de su genialidad. Y en esa ansiedad por lograr el objetivo, cada vez se debate menos si Messi es el equipo o si Messi tiene un equipo. Hasta ahora, parece más lo segundo, pero poco importa: Argentina aplaude a su ídolo y le pide otro esfuerzo para llegar al partido decisivo.
El sábado, en el triunfo por 3-0 contra Ecuador, fue uno de esos días en que el 10 argentino ilusiona: repartió dos asistencias y después clavó un tiro libre al ángulo que lo afianzó en la cima de los goleadores del torneo, con cuatro tantos. Ese Messi disimula las vulnerabilidades de una selección con vaivenes que en general golpea y luego sufre bajones.
Con información de AFP.