Una jornada nada tranquila vivió Diego Simeone este domingo en el amistoso de Atlético de Madrid contra Feyenoord. Solo era un duelo de preparación, pero las revoluciones del estratega argentino estuvieron a tope: primero se metió a la cancha para sacar personalmente a un ofuscado Yannick Carrasco y luego arremetió con todo contra los árbitros.
A una semana del inicio de LaLiga, el vigente campeón español fue superado por físico y por un gol en el último minuto (2-1), sin la firmeza que acostumbra atrás y, sobre todo, sin contundencia en ataque.
Cuando ya sentía suyo el empate, por el 1-1 parcial de Ángel Correa a los 83′, un contragolpe fue culminado por Naoufal Bannis al borde del final. Simeone, que vivió intensamente el encuentro, como de costumbre, no quedó nada conforme y se volvió viral en redes sociales por dos episodios concretos.
El Atlético quedó en inferioridad numérica por la expulsión de Yannick Carrasco a los 41 minutos. El atacante belga agredió Tyrell Malacia y fue increpado por jugadores del Feyenoord, quedando al centro de una gresca. El técnico ‘colchonero’ tuvo que cruzar la cancha del Stadion Feijenoord (Róterdam) para calmar a su dirigido y alejarlo de los problemas, pero no logró evitar que reciba una tarjeta roja.
Simeone luego se mostró visiblemente indignado cuando terminó el partido con el árbitro Denis Highler, al que se dirigió en cuanto pitó al final. Muy molesto señaló varias veces al juez principal del duelo y lo reprendió durante unos segundos.
Por si fuera poco, Simeone terminó empujando al DT del Feyenoord tras encontrarlo sonriente en medio de todo el tumulto. “Creo que si nadie hubiera estado allí, hubiera tenido un problema mayor”, aseguró el neerlandés Arne Slot para la televisión de su país.