Luka Modric le entregó el Balón de Oro a Lionel Messi | Foto: Agencias
Luka Modric le entregó el Balón de Oro a Lionel Messi | Foto: Agencias
Julio Vizcarra Torres

Vestido como si fuera a recibir el premio al mejor, Luka Modric aparece en escena portando el Balón de Oro. Con sencillez y naturalidad, el croata, último ganador del trofeo que otorga la prestigiosa revista “France Football”, le cede la posta a Lionel Messi, quien se llevó por sexta vez el galardón.

Lo del argentino estaba cantado, no así el gesto del volante de Real Madrid, quien dio una lección histórica de deportividad.

El pasado lunes, Lionel Messi ganó su sexto Balón de Oro. (Foto: AFP / FRANCK FIFE)
El pasado lunes, Lionel Messi ganó su sexto Balón de Oro. (Foto: AFP / FRANCK FIFE)
/ FRANCK FIFE

“Ha sido un orgullo poder estar en esta gala y darle el premio a Messi, que se lo merece. Que el último ganador dé el relevo al nuevo vencedor es una práctica estupenda, una muestra de respeto y de convivencia que puede ayudar en el deporte. Somos rivales, pero no enemigos”, aseguró Modric, vigente Balón de Oro hasta el pasado lunes, que ni siquiera apareció en la lista de los 30 candidatos a llevarse el premio.

El subcampeón del mundo no tenía nada que hacer en el Teatro del Chatelet, aun así decidió volar hasta París para ser el primero en felicitar a ‘Leo’.

En un fútbol dividido entre Messi y Cristiano Ronaldo, en el que no hay espacio, mérito ni bondades para el segundo, Modric clarificó el panorama, llevó la pelota con elegancia y volvió a derrotar al argentino y portugués.

El año pasado, cuando el futbolista de 34 años rompió la hegemonía de la ‘Pulga’ y ‘CR7’, ninguna de las dos estrellas estuvo en la ceremonia. Sabiendo que no tocarían el oro, decidieron faltar a la coronación del ‘10’ madrileño. En esta edición, el luso nuevamente fue el gran ausente.

Flamengo's Gabriel Barbosa celebrates next to the trophy after winning the Copa Libertadores final football match by defeating Argentina's River Plate, at the Monumental stadium in Lima, on November 23, 2019. / AFP / Luka GONZALES
Flamengo's Gabriel Barbosa celebrates next to the trophy after winning the Copa Libertadores final football match by defeating Argentina's River Plate, at the Monumental stadium in Lima, on November 23, 2019. / AFP / Luka GONZALES
/ LUKA GONZALES

A nadie le gusta perder, eso es obvio; sin embargo, hay ocasiones en las que se puede demostrar grandeza lejos de lo más alto del podio. Cristiano y Messi son máquinas de acumular triunfos, un año tras otro, en los días buenos y malos. Ellos deberían ser los primeros en dar este tipo de lecciones. Tal como lo hizo el River Plate de Marcelo Gallardo.

Tras el inesperado y agónico 2-1 de Flamengo en el Monumental de Lima, los jugadores del ‘Millonario’, con el ‘Muñeco’ a la cabeza, sorprendieron al quedarse en el campo con las medallas de plata en el cuello. Ninguno se la sacó.

Con lágrimas, sin entender qué había sucedido en esos minutos culminantes de la final única de la Libertadores, el plantel de River mostró grandeza.

Cuando se esperaba que terminaran a las patadas por la impotencia de perder la Copa en un abrir y cerrar de ojos, el campeón de América 2018 demostró por qué ganó tanto en el último tiempo. La imagen, triste para gran parte de los argentinos, fue una expresión bellísima que traspasó los límites del fútbol y enseñó la línea por seguir de un verdadero campeón.

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