Luka Modric fue elegido este lunes como el mejor jugador del planeta en la gala del Balón de Oro 2018. En su discurso de agradecimiento, el croata confesó que lograr éxitos en su carrera profesional no fue nada fácil.
"Me he dado cuenta de que la constancia, el trabajo duro, la fe en sí mismo son los cimientos. Las grandes cosas nunca se consiguen fácilmente, para mí no ha sido fácil todo esto. Es importante estar preparado para aprovechar las oportunidades", indicó Modric en el Gran Palais de París.
"Cuando eres niño tienes sueño y los míos eran ganar títulos. Este Balón de Oro es todo lo que yo podía soñar", señaló el madridista, que superó en la clasificación a su antiguo compañero en el Real Madrid, Cristiano Ronaldo, y al francés del Atlético de Madrid Antoine Griezmann, tercero por segunda vez en su carrera.
Tras agradecer el premio a sus compañeros en el Real Madrid y de la selección, a sus entrenadores y a su familia, Modric consideró "un honor" ganar el premio tras diez triunfos consecutivos de "dos inmensos jugadores" como Messi y Ronaldo.
"Algo extraordinario he tenido que hacer en este 2018, el año de todos mis sueños", dijo el madridista, que señaló que la clave del éxito es "el trabajo, la persistencia y creer en uno mismo".
"Ser el mejor nunca es fácil. Para mí no lo ha sido. He tenido que aprovechar las ocasiones", indicó el futbolista.
Luka Modric, de 33 años, suma así el prestigioso premio creado en 1956 por la revista "France Football" al de mejor jugador de la FIFA y mejor jugador de la UEFA.