Barcelona celebra hoy jueves el primer decenio del año perfecto, un 2009 en el que el equipo de Josep Guardiola firmó un espectacular seis de seis, al lograr el mundial de clubes en Abu Dabi con el que concluía una temporada avasalladora, en la que había alzado también la Liga, Copa del Rey, Champions League y Supercopas de España y Europa.
Aquella gesta no tiene parangón en el mundo del fútbol, objetivos que muchos han querido emular, incluso el mismo Barça, con escaso éxito, dada la dificultad.
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El gran sextete azulgrana tiene un largo recorrido exitoso, y algunos episodios que, de haber resultado, podrían haber cambiado el rumbo, como el tanto en el último suspiro de Andrés Iniesta en el campo del Chesea o la moción de censura contra la junta de Joan Laporta, entre otros asuntos.
De hecho, la apuesta por Josep Guardiola aquel 2008, para hacerse cargo del primer equipo del Barcelona, siendo el técnico por entonces el preparador del filial, fue la solución encontrada por la junta de Joan Laporta para revertir un momento de complacencia que vivía el vestuario del Barcelona, que había pasado de ganar un doblete en el 2006 (Liga y Champions League) a acabar mendigando en las competiciones que participaba.
No obstante, antes de que se pusiera a caminar el proyecto de Guardiola, la junta directiva sorteó por los pelos una moción de censura que le planteó en el verano del 2008 Sandro Rosell, que acabaría siendo presidente en el 2010, y por Josep Maria Bartomeu, actual mandatario.
Aquella moción salvada in extremis también comportó una grave crisis dentro de la junta, que motivó la dimisión de casi una decena de sus integrantes.
Sin la mitad de la junta, y vendido al Milan la gran estrella del equipo (Ronaldinho), al que se le unió la salida de Déco (jugadores en clara decadencia), el Barça de Guardiola, con Etoo y un joven Messi que iniciaba su andadura exitosa, empezó a cosechar victorias abaladas con un gran estilo de juego.
El primer título fue la Copa, que ganó al Athletic Club (4-1), y después, la Liga. En Europa, un 2-0 al Manchester United entrenado por Alex Ferguson, con Cristiano Ronaldo como estrella, constituyó el triplete de la temporada.
Con el triplete, el primero de su historia, el Barcelona afrontó el tramo final de año, ya perteneciente a la temporada 2009-10, con la victoria en la Supercopa de España contra el Athletic y la de Europa, gracias a un gol de Pedro Rodríguez en la prórroga, frente al Shakhtar Donetsk.
La guinda en el pastel llegó el 19 de diciembre del 2009 en Abu Dabi, donde el Barça llegó a la final contra el Club Estudiantes de La Plata argentino. Otra vez Pedro marcó, cuando el partido estaba a dos minutos del final, y en la prórroga, el que se ha convertido en el referente azulgrana en el último decenio, Lionel Messi, marcó el tanto de la victoria (2-1) en un gol icónico, al obtenerlo cuando empujó el balón con el pecho lanzándose en plancha.
El FC Barcelona ha ensalzado hoy jueves en sus diversos medios de comunicación aquella heroicidad en el 2009, una gesta que han recordado muchos culés y protagonistas de aquel año triunfal, como por el ejemplo el expresidente Laporta, quien ha lucido en las redes sociales brindado junto a las seis copas, que lucen en el Camp Nou y que recorrieron la geografía española en autocar durante semanas.
Fuente: EFE