Barza se descompone: Messi, Luis Enrique y una mala relación
Barza se descompone: Messi, Luis Enrique y una mala relación
Redacción EC

La jornada más esperada por los niños "culés", pendientes de la cabalgata de Reyes y el anual entrenamiento a puertas abiertas del plantel, ya empezó mal con la ausencia del astro argentino de la sesión preparatoria de ayer del .

El motivo oficial aducido fue "gastroenteritis", pero las razones desentonaron en el entorno barcelonista consciente de las recientes diferencias del delantero con el técnico Luis Enrique, quien lo dejó en la banca durante la primera mitad en San Sebastián, y al tanto de que no sería la primera vez que Lionel Messi expresa su malestar quedándose en casa.

La prensa culé asegura que la relación entre Lionel Messi y Luis Enrique está quebrada y que no tiene marcha atrás. Al técnico, que "le gusta controlar todo", le molestó que Lionel Messi llegue a la concentración después de año nuevo, cuando habían quedado que regrese antes.

Ante el desgobierno institucional los futbolistas miran al banquillo y ven a Luis Enrique, hombre de carácter fuerte que salió malparado de su paso por la Roma antes de cuajar un buen año en el más modesto Celta de Vigo. "Estoy de nuevo en casa. Es un paraíso, como Disneylandia", expresó días después de empatar 0-0 en casa contra el Getafe, rehuyendo la autocrítica.

Agobiado por sus problemas con el fisco español, irritado por su tirante relación con la directiva y desquiciado por la falta de éxitos colectivos que merman su palmarés personal, Lionel Messi contempla con envida cómo el Madrid ostenta su décima Copa de Europea y su ex compañero y amigo, Cesc Fábregas, se reivindica en el Chelsea.

Precisamente el astro eligió el lunes para hacer un guiño al equipo londinense vía redes sociales, gesto que inquietó sobremanera la hinchada, recelosa de criticar a "La Pulga", aunque que empiecen a cuestionar sus pataletas en época de vacas flacas.



Cuestionado por la suplencia de Lionel Messi ante la Real Luis Enrique respondió que prefirió "no arriesgar" tras su largo viaje procedente de Argentina, donde el delantero pasó las navidades. Pero, si bien es cierto que el preparador le dio permiso para reincorporarse más tarde que el resto del plantel, también lo es que le apretó las tuercas en el primer entrenamiento del año, circunstancia que no gustó especialmente al rosarino.

Derrotado en San Sebastián, Lionel Messi esgrimió mal de estómago al día siguiente. "Estos contratiempos no se pueden controlar", comunicó para excusarse ante los miles de niños que se personaron en busca de un autógrafo.

Los capitanes ya debieron convencer al rosarino hace tres años, cuando Guardiola también le relegó a la suplencia, precisamente en Anoeta. Fue el inicio del deterioro de la relación personal con el entonces entrenador, quien hizo las maletas a final de curso para tomarse un año sabático.

Empezó igualmente entonces a tambalearse el mejor Barça de la historia, cada año más débil respecto al anterior. Incapaz de alargar el ciclo dorado, se rebajaron primero las expectativas concernientes al estilo, luego la exigencia de ganar, y hoy se lucha por volver a competir.

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