Boca Juniors volvió a jugar tras el fallecimiento de Diego Armando Maradona y lo recordó a lo largo de una jornada emotiva. En solo ocho minutos, Edwin Cardona se encargó poner en ventaja al ‘Xeneize’ contra Newell’s Old Boys en la Bombonera y dedicó sus conquistas al ‘Pibe de Oro’, una de las máximas glorias del club.
El volante colombiano abrió el marcador a los 12′ del primer tiempo y estiró la ’10′ del ‘Pelusa’ a la altura de su palco en el escenario ‘Xeneize’, rodeado por los demás jugadores del equipo dirigido por Miguel Ángel Russo.
Dalma Maradona, hija mayor del astro del fútbol mundial, recibió entre lágrimas el gesto el gesto de Cardona, que anotó el 1-0 de Boca Juniors tras ejecutar de forma magistral un tiro libre.
El ‘cafetero’ se reentró con las redes a los 20′ y también celebró homenajeando a Maradona, quien murió a mitad de semana y conmocionó al mundo.
Previamente, tal como sucedió con los otros encuentros de la jornada del torneo argentino, rebautizado “Diego Maradona”, tanto los jugadores como los árbitros ingresaron ataviados con una camiseta de la selección y el “10” en la espalda, con la silueta inigualable del astro en el pecho.
Antes del encuentro, se escucharon los acordes de “La mano de Dios”, la canción de Rodrigo que inmortalizó a Maradona, combinada con el relato de su segundo gol a Inglaterra (2-1) en el Mundial de México-86, considerada la obra cumbre de la leyenda del fútbol argentino.
Para esta ocasión especial, Boca lució un parche con la silueta de Maradona en el pecho de su camiseta, a la altura del escudo del club xeneize.
Sin público por la pandemia, las tribunas de la Bombonera se vistieron con múltiples banderas dedicadas al astro, incluido un enorme lienzo que el propio Maradona le había regalado a la hinchada de Boca hace casi tres décadas, con un enorme corazón en el centro.
Durante el entretiempo, se apagaron las luces del estadio y en la inmensidad de la Bombonera sólo quedó encendido el sector del palco que le pertenecía a la familia Maradona, con una inmensa bandera amarilla por encima, a la altura de la mitad del campo de juego.