Para quienes no lo sepan, a finales de los noventa, el dueño del arco argentino era Carlos Ángel Roa, un deportista al que apodaban ‘Lechuga’, que había atajado en Racing de Avellaneda y Lanús, y que era del gusto del fútbol español. El Mundial de Francia 1998 fue su consagración: llegó a cuartos de final tras caer en un agónico partido 1-2 ante Países Bajos. Sin embargo, el mundo futbolero lo recuerda por sus atajadas en los penales ante los ingleses (4-3) en los octavos, luego de un 2-2 en el tiempo reglamentario. En aquel equipo inglés relucían figuras de la talla de Michael Owen, Alan Shearer, David Beckham, quien se iría expulsado a los 47 minutos de juego.

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