Mario Fernández

Todavía recuerdo una imitación de Rossini, a inicios de los 80, en Risas y Salsa, que reflejaba a un flaco, largo, pelucón a medias y fumador completo. Le llamaban Fumenotti y era la parodia del técnico campeón mundial César Luis Menotti. Daba risa porque repetía, cual cháchara, con voz pausada, y en medio de un humo que casi lo nublaba: “fútbol peruano, de otro planeta”.

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Admirador por igual de la poseía de Cueto y de la música de Chabuca, era un cultor del fútbol-juego por encima del resultado a cualquier costa. Por ello, destacaba el ADN de las selecciones peruanas setenteras, esas que fueron a mundiales y ganaron la Copa América. Amigo de Company, fue también compadre de Mifflín e impulsor de que Chemo llegase al Tenerife en 1992 al recomendarle a Valdano " a un zurdo de la Católica que es el Redondo peruano” (sic).

Se le asocia a lo lirico, a la joda, a la bohemia del Patio Bullrich, pero los cambios estructurales que dirigió en el fútbol argentino desde 1974 en adelante “aseriaron” a esa selección y le permitieron jugar de tú a tú con las selecciones europeas. Antes de él, eso no pasaba. Luego de su proceso, y del titulo del 78, ya se pudo entender a una Argentina que respetaba ciclos de 4 años a los seleccionadores y que competía con Italia o Alemania con chance de ganar. En ese sentido, Argentina pasó de ser aplastada por Holanda en el 74, a golearla en el 78. Todo fina cortesía de un entrenador más estudioso y metódico de lo que el cliché decía.

En su última etapa, como dirigente, Menotti fue vital para la continuidad de Scaloni como técnico argentino en 2019. Y más que su feeling por el joven de Pujato fueron sus convicciones de cuidar procesos largos las que lo llevaron a respaldarlo. Le parecía poco serio que Scaloni no tuviera un contrato de 4 años. Entonces, le recomendó al presidente de AFA que se lo ofreciera “ya mismo” y Scaloni lo aprovechó al máximo. Así era el gran Menotti que un domingo nos dejó. Influyente hasta octogenario.

Lee la entrevista exclusiva de Mario Fernández con César Menotti en 2008 para DT El Comercio: