Redacción EC

La creatividad de Roberto Gómez Bolaños trascendió fronteras y muchas de sus historias involucraron al Perú y hasta a la selección blanquirroja. Prueba de ello es la historia que contaremos a continuación.

En un capítulo en el que el Chavo del 8 y Quico deciden jugar al fútbol, el primero expresa su deseo de "ser el portero de Perú".

El Chavo del Ocho y Quico primero discuten por qué jugador ser, hasta que con un golpe, Quico decide patear y que el Chavo sea el arquero. "Yo era el portero de Perú. No, no, mejor el portero de España. No, mejor el portero de Alemania, mejor el de Holanda", hasta colmar la paciencia de Quico.

Esta conversación se puede ver desde el segundo 49, luego de que improvisaran dos macetas como el arco de juego.

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