Si te despides del fútbol en un club que nació de la literatura, es imposible que no hagas de tus mejores momentos un hermoso cuento que relatarás por mil y una noches. José Luis Díaz se retiró del balompié en el Sacachispas, ese equipo que fue creado por la imaginación del periodista-escritor Borocotó y que, luego de haber sido tema central en su columna semanal en la revista El Gráfico, fue parte de una historia cinematográfica en la película “Pelota de Trapo” (1948). En medio de esas canchas de la Primera C de Argentina (digamos, la cuarta división de este país), Díaz les decía a los más jóvenes en el 2015: “Yo le gané (y le anoté) a River Plate cuando jugaba en Perú. No una, sino dos veces”. La última de esas victorias fue con la camiseta de la San Martín de Porres en el estadio de Universitario de Deportes en Ate. Marcelo Gallardo había regresado al club millonario, pero esa noche de marzo del 2009 no pudo ser monumental.
Esas victorias ante el cuadro de “la banda”, en la Copa Libertadores, se habían convertido en una sana costumbre para los santos, que venían de obtener el bicampeonato nacional con la dirección técnica de Víctor ‘Chino’ Rivera. Un año antes, “El Comercio” tituló en su portada deportiva: “Santos de los últimos días”. En el 2008, ese cuadro albo que solo tenía cuatro años de creado superó con autoridad 2-0 al River de Diego Pablo Simeone. Los ‘millonarios’ venían de una racha de 12 años sin caer en Lima (léase el baile escandaloso de Sporting Cristal, ese equipo orquesta que alcanzó picos de rendimiento en 1996).
En aquel 2008, Marcelo Gallardo, quien regresa ahora a ese mismo estadio para disputar la final de la Copa Libertadores ante Flamengo, aún no había pegado la vuelta a River al encontrarse con contrato en el DC United de la Major League Soccer. Quienes sí vinieron fueron Simeone, Radamel Falcao y Ariel Ortega. Aquel campeón peruano -con Leao Butrón, Guillermo Salas, Pedro García y el ‘Chino’ Huamán- mostró jerarquía a pesar de su condición de debutante. Los goles de la San Martín en el 2008 fueron del paraguayo Roberto Ovelar y de José Díaz. En la transmisión de Fox Sports, tanto Juan Pablo Varsky -aún no se iba a DirecTV- como Mariano Closs, decían que ese triunfo de la San Martín era como si el rector de la Universidad de Belgrano forme un equipo y le termine ganando a Boca.
“¿Es cierto que este equipo nació un año después del campeonato de la Copa Sudamericana de Cienciano?”, nos preguntaba Varsky desde su cabina de prensa en el Monumental. El encuentro con el mismo rival, en el 2009, fue para los santos un sacramento de la confirmación. Y ahora sí lo sufrió Gallardo, como si fuera la peor de las penitencias.
Quienes fueron testigos de esa victoria 2-1 vieron, en vivo y en directo, una titulación de equipo con trascendencia internacional. Los once dirigidos por Rivera sabían que ese encuentro comentado por pocos y, quizá, esperado por nadie, era el partido de sus vidas. Y así lo jugaron para ganarle otra vez a River Plate, que comenzaba sus tiempos de crisis deportiva (descendieron a la segunda división dos años después). El ‘Muñeco’ ingresó en el segundo tiempo, pero no pudo lograr que se revierta la caída.
“El mérito no fue mío, la San Martín es un equipo sobre todo”, declaró el arquero Leao Butrón en la zona mixta del Monumental tras esa gran victoria donde anotaron Gonzalo ‘Hachita’ Ludueña y ‘Pepe’ Díaz (descontó Radamel). Leao tenía razón, pero sí hubo algunas figuras repetidas en las dos victorias. Y una de ellas fue José Díaz, quien anotó en los dos partidos. Los que defendían al ‘Sacachispas’ en el 2015 escucharon muy atentos esos relatos en boca de Díaz. Era imposible que Pepe dejara pasar la oportunidad para recordar toda esa grandeza. Ese mismo año 2015, Marcelo Gallardo ya era cargado en hombros por ganar su primera Copa Libertadores como técnico de River.
El último recuerdo de Marcelo Gallardo con el Monumental de Ate no fue feliz. La San Martín lo superó en sus últimos años como jugador en River Plate. Ahora volverá con el recorrido de tres Libertadores ganadas con el ‘millonario’ (dos como técnico y uno como jugador). Pase lo que pase con Flamengo, Gallardo tendrá una estatua en las afueras del Monumental de Núñez en Buenos Aires. En dos semanas se enfrentará a un durísimo rival: este ‘Fla’ trabajado a la europea. La figura del ‘Muñeco’ se ha elevado a niveles de leyenda deportiva. Se lo ganó a pulso. De todos modos, cuando haga el reconocimiento de campo en el estadio en Ate quizá aterrice en la mente del entrenador el recuerdo de aquel 2-1 ante la San Martín. Esa noche, Marcelo se fue molesto y sin declarar. No fue gallardo, ni monumental. El único coloso fue José Díaz.