“No me veo como entrenador porque soy muy temperamental”, contestó Paolo Guerrero en una entrevista con Julio César Uribe para FOX Sports Radio hace unas semanas. Paolo se conoce, es consciente que sus reacciones impulsivas ante un acontecimiento que considera injusto son su talón de Aquiles. Y si se ha ganado críticas de todos, incluso de los que lo idolatran por ser capitán, referente y goleador histórico de la selección peruana, es porque sus actitudes extradeportivas dentro o fuera del campo le han generado grandes problemas a lo largo de su carrera. La expulsión que sufrió hace unas semanas en el duelo ante Flamengo por protestar airadamente ante el árbitro del partido parece que tendrá un desenlace muy preocupante: podría recibir entre 15 y 18 partidos de suspensión como castigo; es decir, no jugará con el Inter de Porto Alegre por el torneo brasileño hasta el otro año.
Repasemos lo ocurrido el último 25 de septiembre: Guerrero visitó a su ex equipo un mes después de la eliminación en cuartos de final de la Copa Libertadores. Los ánimos, desde la previa, estaban caldeados. Era normal por lo que había sucedido. La herida de la derrota aún no cicatrizaba. A los 44 minutos, tras saltar a cabecear un balón con el defensor Rodrigo Caio, Paolo sufrió el corte de su ceja derecha. Reclamó al árbitro Luiz Flávio de Oliveira de un codazo. Uno, con la repetición de las cámaras de TV, sabe que no fue falta, que fue un choque de cabezas, pero el atacante no. Él estaba en tiempo real y exigió la expulsión de su infractor. El problema es que sus protestas fueron desmesuradas.
VIDEO DE LA EXPULSIÓN DE PAOLO GUERRERO:
En imágenes publicadas en la red social Youtube se puede observar a un Paolo descontrolado con sangre en la parte derecha de su cara reclamando impotente una falta. Su temperamento aumentó cuando el juez hizo caso omiso a sus quejas y peor aun cuando este decidió expulsarlo. Sus compañeros trataron de controlarlo, pero poco pudieron hacer. El delantero se fue encolerizado al vestuario: sacó el dedo medio a las cámaras e hizo gestos obscenos a la tribuna rival donde se encontraba la torcida que hace años gritaba sus goles. La victoria del ‘Mengao’ por 3-1 quedó en las estadísticas tras los actos del atacante.
Tres semanas después de lo que pasó en el Maracaná, y con un Guerrero concentrado con la selección peruana para el amistoso ante Uruguay de este viernes, desde Brasil llegó la noticia: el equipo arbitral del Internacional vs. Flamengo hizo una denuncia en su contra en la Corte Superior de Deportes. La acusación fue por una serie de ofensas durante el encuentro.
“Fue enmarcado en dos artículos del Código Brasileño de Justicia Deportiva (CBJD); en uno de ellos, la denuncia se duplicó. Según las penalizaciones acumuladas previstas, se puede impedir que el atacante juegue hasta 18 partidos”, publicó “Globoesporte”. El medio brasileño añadió que, en caso de condena, la multa económica sería de 24 mil dólares aproximadamente (cien mil reales). Justamente el juicio se llevará a cabo este viernes.
¿Qué decía el informe del árbitro?
“Globoesporte” detalló parte del acta arbitral, divulgada en la página de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF), en la que se revelaron insultos en inglés del goleador.
“Expulsado por ofender al cuarto árbitro, Grazianni Maciel Rocha, con su dedo medio y diciendo las siguientes palabras: ‘Fuck you, fuck you, fuck you (jódete, jódete, jódete)’. Tras esto, se dirige hacia mí, golpeando el aire, pateando el piso y pronunciando las siguientes palabras: ‘Fuck you, fuck you, fuck you’, necesitando que sus compañeros de equipo lo sujeten para dejar el campo de juego”, dice el texto respecto a Guerrero.
¿Cuáles son los artículos que habría infringido?
A pesar de no ser el único acusado (el juez también denunció al lateral derecho Bruno, el entrenador Odair Hellmann y el vicepresidente Roberto Melo), Paolo es quien tiene un panorama más complicado, pues son dos faltas del Código Brasileño de Justicia Deportiva (CBJD) en las que habría incurrido:
Art. 243-F (dos veces): ofender a alguien en su honor. Penalidad: multa de 100 mil reales (24 mil dólares) y suspensión de uno a seis partidos.
Art. 258-A: burlarse del público durante el partido, prueba o equivalente. Penalidad: suspensión de dos a seis partidos.
-Otros antecedentes-
No es la primera vez que Paolo Guerrero muestra un mal comportamiento –con o sin razón- que lo dejan mal parado. A continuación reparamos algunos casos de indisciplina en los que estuvo envuelto a lo largo de su carrera.
Noche de copas: En febrero del 2008, cuando era jugador del Hamburgo, el periodista alemán Rainer Schwarkm señaló que Paolo se amaneció en una conocida discoteca a pesar de tener que presentarse al día siguiente a entrenar con su club. Rainer indicó que el técnico le habría llamado la atención por lo sucedido, a lo que el peruano habría aceptado que durmió poco, pero que no ingirió alcohol.
Una roja similar a la del pasado 25 de septiembre: El 17 de junio del 2008, Guerrero vio la tarjeta roja de manera inocente durante un duelo por Eliminatorias ante Uruguay en el estadio Centenario. Luego de que el árbitro chileno Pablo Pozo cobró un penal a favor de los rivales, el delantero se le fue encima y lo insultó con palabras de grueso calibre, lo que provocó una expulsión que no ayudó en nada: perdimos 6-0. Este acto le costó un duro castigo por parte de la FIFA: suspensión de seis fechas sin jugar con la selección.
No aguantó las burlas: Luego de aquella expulsión en la derrota por 6-0 ante Uruguay, el comediante nacional Carlos Álvarez lo imitaba como una persona aniñada y caprichosa. En junio del 2009, cuando la Bicolor cayó 2-1 ante Ecuador en el Monumental por las Eliminatorias, un hincha le gritó desde la tribuna “Paolín, lin, lin”, lo que provocó una reacción lamentable del delantero: le escupió.
Un botellazo condenable: La última etapa de Paolo en Alemania fue para el olvido. Tras recuperarse de una lesión, Guerrero reapareció con la camiseta del Hamburgo. Sin embargo, le lanzó un tomatodo a un hincha de su equipo que lo insultaba en la tribuna. Luego de este hecho, el atacante tuvo que pagar 100 mil euros para evitar un juicio público y fue castigado con cinco jornadas de suspensión. A partir de ahí, se le consideró un jugador conflictivo en Alemania.
Patada trasera: En el 2012, volvió a ser criticado duramente luego de que pateara deslealmente al arquero de Stuttgart, Sven Ulreich sin razón alguna. El atacante corrió hasta la esquina del córner donde se encontraba el guardameta de espaldas. En ese momento, Paolo le propinó un planchazo en sus pantorrillas y se fue expulsado. Le dieron ocho fechas de suspensión.
Discusión en Brasil: El 1 de octubre de este año, luego de la roja que vio ante Flamengo, Paolo tuvo tuvo una acalorada discusión con el defensor Emerson Santos al final de la práctica del Internacional. “Discutieron al final del entrenamiento. La queja de ambos estaba relacionada con los ingresos de la actividad. El atacante tuvo que ser detenido por los otros jugadores", informó Yuri Falcao del medio brasileño “Esporte Band”.