Para sorpresa de muchos, la selección italiana lleva una campaña perfecta en las Eliminatorias para Eurocopa 2020 y ya está clasificada a la fase final. De la mano del entrenador Roberto Mancini, la Squadra Azzurra ha recuperado su protagonismo histórico en el fútbol luego de una gris época en la que no clasificó al Mundial Rusia 2018 en medio de riñas, polémicas y lágrimas.
Italia quedó fuera de la Copa del Mundo por primera vez desde 1958. Cayó ante Suecia 1-0 en el global del repechaje. Ese día, nada le dio éxito para conseguir el esperado gol en el San Siro de Milán, pese a establecerse prácticamente en campo contrario.
La tensión del conjunto italiano se vivía hasta en el banco de suplentes aquel 13 de noviembre del 2017. El centrocampista Daniele de Rossi, hoy en Boca Juniors, mandó a ‘rodar’ a un miembro del cuerpo técnico de Giampiero Ventura que le pedía calentar, ya que el volante consideraba más oportuno el ingreso de un jugador ofensivo como Lorenzo Insigne.
Cuando la debacle llegó con el pitazo final, el furibundo volante de la Roma renunció a la selección junto al portero Gianluigi Buffon y el zaguero Andrea Barzagli. Todos ellos fueron protagonistas del título mundial conseguido en Alemania 2006, el último de la Nazionale.
“La esperanza en el futuro hay que tenerla. Se cierra un ciclo y se abre ahora uno con jóvenes que tienen ganas de afirmarse”, comentó Andrea Barzagli, que sumó al pedido de De Rossi.
Si se revisan las estadísticas, todas las veces que Italia tuvo éxito a nivel internacional contaba entre sus filas por lo menos un delantero o un jugador ofensivo fuera de serie; por ejemplo Francesco Totti, Alessandro del Piero, Roberto Baggio, Bruno Conti, Paolo Rossi, Gianni Rivera o Sandro Mazzola. En ese quipo que pretendía conseguir el billete a Rusia no figuraban estrellas similares.
“Llegó un punto en que se empezó a decir que físicamente los italianos éramos menos fuertes que los demás y se empezó a entrenar a los jóvenes haciendo hincapié únicamente en el físico. En el fútbol, el attrezzo [herramienta] más importante es el balón. A la gente se le ha olvidado”, dijo Mazzola, campeón de la Euro 68 y finalista de México 70 junto a Rivera, en una entrevista con “El País”.
Tras el irrefutable despido de Ventura, Mancini tomó las riendas del tetracampeón. De manera inteligente y fiel a su estilo, aprovechó el momento para llamar a jóvenes talentosos con la pelota. Al principio no le fue bien en la novedosa Liga de Naciones, pero continúo con su propuesta al ver que su grupo en las Eliminatorias para Euro era asequible.
A pesar de que prioriza nuevos valores, el exentrenador del Manchester City e Inter de Milán no le ha cerrado las puertas a los jugadores de experiencia que atraviesen un buen momento, como es el caso del centrodelantero Fabio Quagliarella, de 36 años.
Hasta el momento, Italia solo ha sumado victorias en el Grupo J: ocho seguidas. En la última jornada vapuleó 5-0 a Liechtenstein, aunque ya se había clasificado tras ganarle 2-0 a Grecia. Tiene 24 puntos, nueve más que Finlandia, la segunda en la tabla.
La mitad de los jugadores son menores de 25 años y algunos ni llegan a los veinte. Quienes más destacan en el agresivo 4-3-3 de Mancini son Federico Chiesa (22), Nicolo Barella (22) y Nicolo Zaniolo (20), de la Fiorentina, Roma e Inter, respectivamente, esenciales e históricos clubes de la Serie A que también están renovándose.
Chiesa (1,75 m), hijo del mundialista italiano Enrico Chiesa, es un hábil, veloz e impetuoso extremo derecho. Su cambio de ritmo se vuelve incontrolable para las defensas rivales y suele terminar acertadamente las jugadas.
Barella (1,72 m) es el socio ideal de Marco Verratti en el centro del campo. Recupera balones como el volante del PSG, pero a su vez destaca por mostrar vocación ofensiva. En esos sectores del campo, delante de un volante de marca que alternan Jorginho y Bryan Cristante, también se desempeña Zaniolo (1,85 m), de depurada técnica y finos pases.
Mancini ha tenido el atrevimiento de convocar a futbolistas mucho más jóvenes, pero con gran proyección. Tal es el caso de Moise Kean (19) del Everton, y Pietro Pellegri (18) del Mónaco, delanteros que simbolizan la preocupación por el futuro. El goleador de origen africano confesó que tener de compañero a Cristiano Ronaldo en la Juventus lo inspiró a mejorar su juego, mientras que el ‘Niño de Oro’ es el atacante más joven en anotar un doblete en la historia de la liga italiana.