La despedida de un ídolo. Fred de Fluminense decidió colgar las botas este sábado a los 38 años de edad en un Maracaná a reventar que se dejó la garganta para despedir a su “eterno 9″ en una fiesta memorable.
“Prometí en casa que no a iba a llorar porque ya lloré demasiado. Tengo que conseguir expresar un poco la gratitud que siento por todo lo que hizo este grupo, esta hinchada. Es el club más humano que conocí en toda mi vida”, declaró el ariete con la voz entrecortada, tras la victoria por 2-1 ante Ceará.
Frederico Chaves Guedes ha puesto punto final a una exitosa carrera de dos décadas por motivos de salud. El experimentado goleador sufre diplopía, un problema de “visión doble” que le ha obligado a adelantar su retirada.
La hinchada y la directiva del Tricolor Carioca se han volcado para que el adiós de su histórico capitán fuera inolvidable. Los homenajes se sucedieron antes, durante y después del partido de este sábado de la 16ª jornada del Campeonato Brasileño.
No faltaron las bengalas, los mosaicos espectaculares, los cánticos y las caretas con el rostro de Fred que coparon las gradas del feudo carioca.
El momento álgido llegó en el minuto 75 del encuentro, cuando Fred saltó al césped por última vez, con los ojos llorosos, para sustituir al delantero argentino Germán Cano. Con el pitido final, todos sus compañeros se fueron directos a abrazarle.
“Quiero agradecer a todos los tricolores y decirles que siempre llevaré esta camiseta tatuada en mi cuerpo. No me esperaba todo esto, no me lo merezco, porque si analizamos lo que ellos hicieron por mí, tengo una deuda eterna”, confesó el ariete, que al final no pudo contener las lágrimas.