Redacción EC

Aunque parezca increíble, en el partido por el torneo de ascenso del fútbol de Irán, un futbolista que calentaba detrás del arco esperando las órdenes de su entrenador para debutar en el partido ingresó intempestivamente a la cancha para evitar un gol en su arco. Tal como ocurrió el año pasado el año pasado con un masajista en el fútbol brasileño.

La jugada se produjo en el segundo tiempo del partido entre Mazandaran y el Shahrdari Yasuji, cuando un habilidoso jugador aprovechó una mala entrega de la defensa contraria para burlar al portero y quedar con el arco a su disposición. Fue en ese instante, cuando el suplente iraní apareció raudamente para rechazar de cabeza el disparo.

Lo más increíble es que el árbitro del partido no expulsó al futbolista que cometió esta falta grave. Solo lo amonestó con tarjeta amarilla. 

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