Interceptar un pase nunca fue tan doloroso para el galés Gareth Bale. El delantero de Real Madrid recibió una terrible patada en la entrepierna tras su intento por robar el balón y generar una contra a favor de su equipo en el partido ante Granada por la Liga española.
Bale trató de anticipar al ecuatoriano Jeison Murillo, quien dio una patada al galés en su intento de despejar el balón ante la arremetida de su rival. Apenas a los ocho minutos, Bale ya estaba tendido en el campo, recuperándose de un fuerte dolor.
Murillo fue sancionado con tarjeta amarilla por la acción.