"El hombre que desafía molinos", por Ricardo Montoya [OPINIÓN]
"El hombre que desafía molinos", por Ricardo Montoya [OPINIÓN]

“Es, para mí, el mejor entrenador del mundo”. Contundente, Pep Guardiola no se guarda un ápice cuando de manifestar su admiración por se trata. Y sigue: “No sé cuántos títulos ha ganado, pero eso es menos importante que la enorme influencia que genera. Marcelo mejora mucho a los jugadores y ellos lo saben”. Así lo ha manifestado Pep, uno de los técnicos con más campeonatos en la historia, tras enterarse del anuncio que el enigmático estratega vuelve a dirigir.

► 

Don Marcelo Bielsa será el estratega del discreto Lille francés a partir de la próxima temporada. Y, curiosamente, su elección no sorprende a nadie. Es más, guarda sintonía con su indomable espíritu de aventura. Al ‘Loco’, en su quijotesco estilo, le gusta tomar la adarga, subirse a su rocín y desafiar a cuanto molino se le ponga por delante. Marcelo prefiere la épica de las quimeras por sobre el solaz de las tareas simples.

Con un rosario permanente de posibilidades para dirigir a las instituciones más importantes, Bielsa opta, casi siempre, por el reto complicado antes que por el facilismo de las situaciones. El trajín de su carrera ha sido ese. Nunca en un millonario Real Madrid, o en un poderoso Bayern Múnich, o en la mismísima selección de España, no. Él entiende que su labor en esas escuadras sería menos compleja. A él le encanta desafiar gigantes. Lo suyo ha de ser, por filosofía de vida, una contradicción al destino. Ese que dispone que los grandes ganan siempre. Marcelo disfruta de ese extraño deleite que se encuentra en la posibilidad de edificar donde los cimientos han sido endebles.

“A los jugadores buenos los ven usted, yo, todo el mundo. El mérito está en advertir y saber qué jugador normal va a sobresalir. Y ayudarlo a que crezca”. Así suele comentar Bielsa, convencido de que descubrir al ignorado y encaminar al talentoso es la gratificante responsabilidad de los que dirigen un equipo de cualquier actividad deportiva.

► 

El Espanyol de Barcelona, la selección de Chile, el Athletic de Bilbao y el Olympique de Marsella no son, precisamente, potencias en sus respectivas competencias. Solamente con la selección argentina Marcelo no ha seguido el ‘modelo Bielsa’ para elegir con quién trabajar. En aquella oportunidad, por única vez, lo traicionó el corazón.

Hay algo de arisco y esquizoide en su personalidad que, extrañamente, seduce a sus dirigidos. No es amigo de sus jugadores, es su maestro. “Prefiero que nadie me conozca a que me conozcan equivocadamente”, manifiesta a menudo. Su discurso impacta desde su sapiencia, no desde su cercanía. No es su carácter obseso, aunque lo tiene, lo que imanta al grupo, tampoco un estilo paternalista o amical como el de su discípulo Sampaoli. Bielsa esgrime frases como que “el técnico tiene que tener un aspecto único y no hacer sentir al futbolista como su igual” para justificar la distancia que, generalmente, les impone a sus dirigidos. Igual en el césped, matan por él.

Soplan vientos de cambio a orillas del río Deule. En Lille saben que el proyecto con Bielsa les puede permitir cambiar por fi n de dimensión y conocer la grandeza. Le tienen confianza ciega. La que a pulso Marcelo se ha ganado en el fútbol.

LEE TAMBIÉN...

Contenido sugerido

Contenido GEC