Un homenaje póstumo al hooligan neonazi Thomas Haller en un partido de la cuarta división de Alemania ha desatado una nueva polémica sobre la ultraderecha en el fútbol y el club directamente afectado, el Chemnitzer FC, se ha distanciado de la acción que inicialmente había defendido.
Los hechos ocurrieron antes del partido entre el Chemnitzer FC y el Altglienicke, que terminó empatado 4-4 cuando una pantalla de vídeo mostró un retrato de Haller y grupo de aficionados desplegaron una pancarta escrita en letras góticas que decía "Descansa en paz, Tommy" y, tras un minuto de silencio, quemaron bengalas.
Inicialmente el Chemnitzer defendió el acto y dijo que "hay que respetar la necesidad de la gente de hacer una expresión de duelo colectivo".
Sin embargo, mientras tanto el club, que está en proceso de insolvencia, ha presentado una denuncia penal contra un desconocido.
Según al administrador provisional del club, Klaus Siemon, la escenografía se desvió de lo que se había pactado inicialmente con los aficionados y el personal de seguridad sostiene que haber intervenido hubiera implicado el riesgo de que se desatasen graves disturbios en el estadio.
"Este hecho apunta a que pudo haber coacción, lo que tienen que aclarar los organismos de seguridad", dijo Siemon.
Otro incidente fue protagonizado por el delantero Daniel Frahm quien, al celebrar un gol, levantó en el aire una camiseta con la inscripción en ingles "Support your local Hools" (Apoya a sus hooligans locales) que le había dado un socio del club.
Frahm se disculpó después, dijo que no sabía que ese era un lema de hooligans de ultraderecha y aunque aceptó haber conocido a Haller dijo que este nunca había expresado ante él sus convicciones políticos.
Los hooligans del Chemitzer FC participaron el año pasado en incidentes xenófobos que se produjeron en la ciudad después del asesinato de un joven cubano-alemán, presuntamente a manos de un peticionario de asilo.
Tras los incidentes del fin de semana, el gerente del Chemnitz, Thomas Uhlig, presentó su dimisión.