Dani Alves cumple más de dos semanas en prisión por la presunta agresión sexual infringida hacia una joven de 23 años, el pasado 30 de diciembre, en la discoteca Sutton. Joana Sanz, su esposa, fue a visitarlo por primera vez en medio de los rumores de un divorcio.
De manera sorpresiva, la modelo española acudió a la cárcel de Brians 2 de Barcelona para encontrarse con el futbolista. La visita duró cincuenta minutos y aún se desconoce el tema de conversación.
Sin embargo, Sanz al verse rodeada de medios a su salida del centro penitenciario, y ante el embate de las preguntas, fue escueta con sus respuestas. “No lo voy a dejar solo en el peor momento de su vida”, mencionó al ser consultada sobre su separación.
Además, negó contundentemente que Alves se haya negado a recibirla en la cárcel. “Es mentira”, respondió.
Por último, afirmó: “Estoy muy bien, gracias”. Pero su respuesta cambió sobre el estado anímico del exjugador de Pumas: “¿Ustedes qué creen?”.
Contenido sugerido
Contenido GEC