Marco Quilca León

“¿Un sueño?”, le preguntaron. “¿En el ‘fúbol’?”, respondió a modo de interrogación antes de pensar unos segundos y, ahora sí, afirmar: “ser campeón del mundo”. Tenía 20 años cuando dio esa entrevista, ya había debutado en el Barcelona como un niño prodigio y, consciente de eso, soñaba en grande, en tener ese trofeo dorado más preciado por todos los fútbol en el mundo, el mismo que logró en Qatar en diciembre pasado ya con 35 cumpleaños celebrados. En esos 15 años, Lionel Messi se encargó de coleccionar títulos como si fueran figuras de un álbum. En busca del cromo dorado, se enfiló a lo que está a punto de ser: el más ganador en la historia del fútbol.

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