Marcelo Bielsa: lo que gana Uruguay con un técnico de este tamaño rumbo a la Eliminatoria | (Photo by DENIS CHARLET / AFP)
Marcelo Bielsa: lo que gana Uruguay con un técnico de este tamaño rumbo a la Eliminatoria | (Photo by DENIS CHARLET / AFP)
/ DENIS CHARLET
Jerónimo Pimentel

El bielsismo es una religión. Los adeptos encuentran plenitud y brillantez en sus ideas y planteos, mientras que sus detractores ven al entrenador rosarino como a un excéntrico que logra resultados importantes con equipos “chicos” y fracasos sonoros cuando se le asigna responsabilidades grandes. Ambos, como veremos, tienen un poco de razón.

Bielsa asumió las enseñanzas de la escuela holandesa y las plasmó en su famoso 3-3-3-1, un esquema que bien usado responde perfecto a las necesidades del fútbol de dinámica moderna: tácticas reactivas, vértigo ofensivo, predominio de la posesión, presión constante. Con Newell’s y Velez logró títulos, a Chile la clasificó al mundial del 2010 -logró pasar a octavos-, al Athletic vasco los llevó al último partido de la Europa League del 2012, luego de los cual devolvió a Leeds United a la Premier League. Sin embargo, estos éxitos no se confirmaron con equipos más grandes. Su paso por Argentina fue ilusionante pero amargo: del primer lugar en Eliminatorias sudamericanas al fracaso en el mundial del 2022… En el caso del Marsella la narrativa fue la misma: a un arranque arrollador siguió un desenlace agridulce (4to puesto en la Ligue 1).

¿Cuál será el caso con Uruguay?

No es fácil dar respuesta. Los charrúas están en una etapa de transición en la que deben abandonar a la generación de Cavani y Suárez a la vez que consolidan a una promoción nueva pero madura. Esa inflexión siempre es problemática, aunque no les falta talento, como lo prueban Núñez, Valverde o Betancur. Convertirlos en anclas del once inicial será fundamental para iniciar el proceso de renovación.

A la vez. Marcelo Bielsa deberá incorporar conceptos que pueden ser renuentes al clasicismo uruguayo, siempre confortado en la tradición y cómodo entre el 4-4-2 de toda la vida y el 4-3-3 que tantas alegrías le dio a Tabárez en la última década. Fossati, como recuerdan los memoriosos, arriesgó tácticamente cuando estuvo al mando de la celeste en el 2004 y el resultado estuvo lejos de ser óptimo: perdió el repechaje ante Australia y se comió algunos resultados abultados, sobre todo al inicio (imposible no mencionar el 1 a 3 que le propinó Perú en Montevideo y la “manito” que se comió en Barranquilla ante Colombia).

Lo siguiente para Bielsa será superar la resistencia que la prensa y el nacionalismo futbolero uruguayo tendrán con el entrenador argentino. Solo Pasarella cuenta como antecedente de un foráneo dirigiendo a la Banda Oriental en más de un siglo y esa vez el resultado fue pésimo, aunque no tanto a nivel de resultados -bueno, también-, sino como elemento de fricción (la pelea con Nacional gatilló su salida). ¿Podrá Bielsa sobrellevar el polarizado medio charrúa? No es claro, sobre todo en una personalidad tan explosiva y dada a renunciar cuando el contexto cambia o el respaldo dirigencial se pone en cuestión, como ocurrió con su salida de Chile.

Sin embargo, la promesa de Bielsa sigue siendo superior a los temores potenciales. El rosarino es un obseso del trabajo, descansa sus ideas futbolísticas en un colchón intelectual y, cuando consigue el convencimiento de sus dirigidos, logra construir cuadros capaces de vértigo y belleza.

Real Madrid vs. Manchester City: horarios, apuestas y canales de TV para ver el partido
Los 'blancos' y 'citizens' disputarán en el Estadio Santiago Bernabéu el partido de ida de las semifinales de la UEFA Champions League.

Contenido sugerido

Contenido GEC