Todos reconocen al Marcelo Gallardo que se muestra ante las cámaras, pero pocos conocen su intimidad. Uno de ellos es Diego Borinsky, el periodista argentino que en el 2014 le propuso al ‘Muñeco’ hacer un libro sobre su vida. Cinco años más tarde de aquella charla, el técnico más importante en la historia de River Plate cuenta con dos obras: “Gallardo monumental” y “Gallardo recargado”.
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En la previa de la tercera final de Copa Libertadores de Marcelo al mando del ‘Millonario’, Borinski nos cuenta todo lo que sabe sobre el técnico: virtudes, defectos, anécdotas y supersticiones.
-Para saber la dimensión del protagonista de esta entrevista, ¿qué cambió en River Plate desde la llegada de Marcelo Gallardo?
Ha sido un cambio muy grande. El dato más elocuente es que antes de su llegada, River tenía cinco títulos internacionales y ahora tiene doce. Es decir, cinco ganados en 54 años y siete en cinco años y monedas.
-¿Se podría decir que River Plate se transformó en un equipo copero?
Sí, claro. Copero y con personalidad. Por ejemplo, River nunca había derrota en un mano a mano internacional a Boca Juniors y con Marcelo Gallardo le ganó cuatro, además de una final de Supercopa Argentina. Otro dato: cuando River iba a Brasil o al exterior en general tenía dificultades. Ahora tiene cinco de cinco en series ganadas ante clubes brasileños. El elenco millonario se hizo un especialista en las definiciones, algo que históricamente no se le daba al equipo. Lo normal era que gane torneos largos porque terminaba imponiéndose por mejor juego y fútbol. Con Gallardo, además de jugar bien por momentos, se convirtió en un equipo con mucha personalidad y jerarquía.
-¿Por qué cree que le fue tan bien a Marcelo Gallardo en River Plate?
Son una suma de cosas. Conoce muchísimo al club. A los doce años entró y fue uno de los últimos en ser vendidos de esa camada de buenos juveniles en la que estaban Ariel Ortega, Hernán Crespo y Matías Almeyda. Tuvo tres etapas en River. Incluso, después de que se retiró acompañaba a su hijo como padre, a Nahuel, que ahora está en el plantel profesional. Eso por un lado. Por otro es que tiene convicciones muy fuertes y muy claras. A mí me llamó la atención cuando le hice una entrevista para el “Cien x Cien” de la revista “El Gráfico” en febrero del 2014, antes que asumiera como técnico de River.
-¿Qué virtudes le notaste aquel día de la entrevista?
Tiene mucha personalidad y sabe de fútbol. Ve algo y se da cuenta por dónde puede hacer daño al rival o qué posición tiene que cumplir un determinado jugador. Tiene muchas virtudes. De entrada ganó también y eso ayudó mucho. Si hay personas que tienen su lugar en el mundo, claramente su lugar en el mundo es River.
-Buen ojo y convicciones para darle confianza a sus jugador, ¿no?
Exacto. Gonzalo Martínez es un ejemplo claro. Él lo eligió por las características que tiene. De ahí, el ‘Pity’ tuvo algunas malas decisiones dentro y fuera del campo. Una vez metió un gol y se llevó el dedo a la boca mandando a callar a sus propios hinchas, entonces la gente empezó a criticarlo. Si bien es cierto, el ‘Pity’ no es que haya sido titular todos los partidos, pero Gallardo creyó siempre en sus capacidades, lo sostuvo y terminó por anotar el último gol en Madrid ante Boca por la final de la Copa Libertadores. Esas son las convicciones que tiene. También se equivoca porque es humano, pero la cantidad de aciertos en refuerzos supera largamente a los errores. Siempre pasa que los jugadores cuando son entrevistados confiesan que Gallardo les dice lo que va a pasar en el partido y ocurre.
-¿Una anécdota que recuerdes que aquello que dicen los jugadores sobre Gallardo?
Hay miles de ejemplos. Hace poco, en un River vs. Patronato por la Superliga, el partido estaba 0-0 en el primer tiempo. Después mete dos goles [Rafael Santos] Borré en en dos minutos y River gana 2-0. Luego de anotar, Gallardo lo cambia y cuando sale lo abraza y se ve que le dice algo. Entonces, al término del encuentro le preguntaron al delantero sobre esa situación y él contó que el técnico en el entretiempo le dijo que no saliera del área, que tenían un montón de jugadores que bajaban a participar del juego, que necesitaba un finalizador y que ya iba a tener la oportunidad para anotar. Y, bueno, eso sucedió.
-¿Marcelo Gallardo tiene una filosofía definida de juego o es una composición de varios estilos?
Tiene algunas cosas muy definidas y otras las va variando dependiendo del contexto. Los rasgos definidos de sus estilos es que siempre quiere la pelota, sus equipos llevan el peso del partido, no se meten atrás, quieren ser protagonistas. Generalmente juega con dos centrales en la línea del mediocampo y los dos laterales terminan actuando como extremos. Es un cuadro que tiene muchas triangulaciones. En ese sentido es parecido a Pep Guardiola. Y después hay cambios de acuerdo al rival: ha jugado con tres delanteros, con dos, con uno, cambia de laterales, etc.
-Futbolísticamente hablando, ¿cuál es la virtud principal del River de Gallardo?
Hay algo que Hernán Buján, miembro del cuerpo técnico de Marcelo Gallardo, me dijo: “la madre de todo es el control y pase”. Para ellos es muy importante y trabajan mucho en eso. Un buen control te hace ganar un segundo y ese segundo puede ser clave.
-¿Cuál es la clave del éxito de Marcelo Gallardo para mantenerse en la cima durante tanto tiempo?
Una es que es inconformista. Imagínate que ganó la final más importante de la historia para el club (Copa Libertadores 2018 frente a Boca Juniors) y a las semanas que River debía tres partidos de Superliga. Perdió el segundo y ya estaba enojado. Exige mucho a los jugadores porque él mismo se auto. Después porque le dedica mucho tiempo y energía a su trabajo. Disfruta donde está. Es un líder que a su vez genera mucha empatía con sus dirigidos. Si te das cuenta, los futbolistas lo quieren a pesar de que los exprime todos los días [risas]. Eso de no relajarse es clave para seguir con hambre de gloria después de ganar diez títulos.
-¿Cómo descifras al River de este año?
Este es el que mejor juega, para mí. Encontró un ‘5’ como Enzo Pérez, que es mucho más vertical que Leonardo Ponzio. Está ‘Nacho’ Fernández, que según Juan Román Riquelme es el mejor jugador del fútbol argentino actualmente. Delante de Pérez se encuentra Exequiel Palacios, un chico que terminó de explotar este año y que se irá a un club importante de Europa. También están Nicolás de la Cruz y Matías Suárez. Es lo de siempre, pero con mucho más fútbol y goles, es una máquina de llegar al área rival.
-¿Hay defectos en este River?
Todos los equipos tienen por ahí un defecto. El de este equipo podría ser que a veces por ir mucho al ataque los defensores dejan muchos espacios a sus espaldas. Algo lógico para un cuadro que toma riesgos.
-¿Qué diferencias hay entre este River y el del año pasado que ganó la Copa Libertadores?
El año pasado le faltaban muchos delanteros. Todavía estaba Leo Ponzio de volante junto a Enzo Pérez. El dejar solo a Pérez, de ‘5’, fue un cambio clave. Enzo es un jugador que no traslada tanto, sino es más vertical. De la Cruz explotó y se sumó Matías Suárez, un jugador importante porque sabe jugar de espaldas y por las bandas.
-¿Qué prevalecerá en esta final: la experiencia de un River que ya disputó dos finales de Libertadores (y ambas la ganó) o el momento futbolístico de un Flamengo que no pierde hace 25 partidos?
Para mi es 50-50. En Argentina dicen que River es favorito, pero Flamengo es un equipazo con un técnico que desde que llegó no paran de ganar. Pero el equipo de Gallardo también tuvo un año buenísimo y está acostumbrado a disputar finales. Es muy parejo en la previa, por más que asuste Flamengo con los dos delanteros.
-De los cuatro equipos semifinalistas, River Plate es el menos goleador (15) y Flamengo el que más goles metió (22), ¿la diferencia de siete tantos podría influir en una final?
Las finales son un partido aparte y más este que solo es un encuentro. River en Argentina también metió bastantes goles. Sigo en mi postura: para mi es 50-50.
-En Argentina retumbó erróneamente una supuesta “maldición” del estadio de Alianza Lima. Ante esto surge la pregunta: ¿Marcelo Gallardo es cabulero?
No es cabulero. Le preguntó un periodista por ese maleficio del predio de Alianza, pero él mismo aclaró que no cree en esas cosas.
-En caso de que se dé, ¿Marcelo Gallardo sí podría dirigir al Barcelona?
Eso aquí se desmintió. Fue una cuestión más de la prensa, un rumor. Pero sí, no tengo dudas que está para dirigir al Barcelona o cualquier club de Europa.