El Al Hilal saudí se convirtió en finalista del Mundial de Clubes tras dar la sorpresa ante un Flamengo (2-3) que le facilitó demasiado las cosas en un partido en el que el equipo brasileño jugó con uno menos toda la segunda parte.
El choque comenzó a revolucionarse pronto, cuando antes de los tres primeros minutos Mateuzinho derribó en el área a Luciano Vietto y provocó una pena máxima. Salem Aldawsari, el mismo jugador que saltó al primer plano del panorama futbolístico internacional meses atrás al anotar el gol de la mediática victoria de Arabia Saudí ante Argentina en el Mundial de Catar, asumió la responsabilidad.
Lo hizo exhibiendo galones ante los muchos que opositaban al lanzamiento y no perdonó pese a que Santos acertó el lado.
Reaccionó rápido el cuadro brasileño, tratando de dejar la ventaja en momentánea y anecdótica. Controlado el juego, llegaron las ocasiones. Pedro, con un cabezazo que pasó cerca del palo, fue el primero en amenazar. No tuvo suerte ahí el punta, pero sí poco después cuando Mateuzinho le entregó el esférico y le pegó raso y cruzado desde la derecha del ataque para hacer el empate.
El equilibrio restó presión al Flamengo, pero, una vez más, se empeñó en complicarse la vida cuando Gérson cometió un nuevo penalti justo antes del descanso que le valió la segunda amarilla y la consiguiente roja. Lo transformó otra vez Salem Aldawsari, convirtiendo en oro los dos tiros a puerta del Al Hilal hasta ese momento.
Asomó de los vestuarios el equipo sudamericano dispuesto a salir del laberinto en el que se había metido y a punto estuvo de sumirse aún más en el caos. Marega, tras una buena acción individual, entregó el balón atrás a Khalifah y éste lo envió fuera cuando era más sencillo depositarlo en la red.
Clara fue también la oportunidad que tuvo Gabriel con la testa poco después en el área contraria, pero no logró dirigir el balón entre los tres palos. Ese fallo no lo perdonó el rival, que, tras una pérdida de los brasileños, armó con precisión una contra finiquitada con frialdad y precisión por el argentino Luciano Vietto.
Parecía la guinda para el equipo asiático, que además dominaba la posesión ante un Flamengo que, en inferioridad, perseguía sombras. Sin embargo, en ese contexto, Pedro cazó un balón muerto en el área tras un desvió de Jang y le puso picante al desenlace en el minuto 91, aunque no el suficiente para amargar la gesta del Al Hilal.
EFE.