Matías Almeyda llegó con mucha ilusión a la Major League Soccer (MLS) en 2019 de la mano de San Jose Earthquakes. Sin embargo, con la tercera temporada avanzada, las sensaciones del argentino son totalmente diferentes a tal punto de insinuar que en cualquier momento puede marcharse del club.
El ‘Pelado’ conversó con los medios de comunicación hace unas horas tras la derrota de su equipo ante Los Angeles FC por 3-1. Ese resultado, dejó a San Jose lejos de la zona de clasificación a los playoffs para aspirar al título. Entonces, a partir del resultado negativo y la frustración de alejarse del objetivo, el ex DT de River Plate se expresó.
“Mi futuro está en manos del dueño del club John Fisher. He hablado mucho con él, seguramente hablaré cuando termine esto porque ahora no es momento. Le he expresado mis sentimientos en un montón de cosas y él también a mí”, arrancó el argentino de 46 años que tuvo un paso destacado por Chivas de Guadalajara.
Enseguida, Almeyda profundizó en lo relacionado con lo que puede pasar más adelante y algunas condiciones que necesita. “No dejo de ser un empleado del club. Por ahí John Fisher no está contento con mi trabajo y decida que me tenga que ir, está dentro de las posibilidades. Y si me quedo, hay cosas que modificar”, sostuvo.
Luego, el DT lamentó que el alto mando de los Earthquakes no haya cumplido con una serie de promesas que le hicieron. “Me gusta donde estoy, pero me gusta ser campeón a mí. Soy un enfermo que quiero ser campeón y así está complicado, está difícil. Cuando llegué a este club, llegué con otro tipo de realidades en el sentido que se iban a cambiar un montón de cosas que ahora no se han podido modificar”, añadió.
Y prosiguió: “Todos en la vida necesitamos herramientas, mientras más herramientas tengamos más posibilidades vamos a tener. Ahí surgen un montón de caminos con respecto a cuando te dan herramientas, lugar de trabajo, reforzar el plantel, reforzar la cantidad de jóvenes”.
En el cierre, un desanimado Almeyda aclaró que algunas situaciones escapan de sus manos. “Hay un montón de procesos que se podrían hacer mejor y que en estos tres años no los pude provocar porque no dependen de mí”, cerró el técnico del peruano Marcos López.