Fiel a su estilo, José Mourinho cargó contra el árbitro tras su derrota del 3-0 frente al Werder Bremen, en Alemania.
Tras su primera derrota en lo que va de la pretemporada, el portugués dijo que el colegiado alemán Harm Osmers "convirtió el partido en un circo para el disfrute de los hinchas del Werder Bremen" y criticó la poca fluidez de juego que el árbitro 'propició' en el encuentro, según The Independent, un portal web de Inglaterra.
"No aprendí nada nuevo en este juego", continuó. "Esperábamos un juego rápido, competitivo, pero el referee 'mató' el partido". Por otro lado, alabó el juego del ex equipo de Claudio Pizzaro: "Me gusta el equipo, son rápidos, intensos y defienden con muchos jugadores, el rival era perfecto, pero no pudimos jugar", insistió el luso.
Calificó los dos penales sufridos por su lado de 'decisiones sin sentido' por parte del colegiado. El partido marcaba el regreso de Thibaut Courtois, recién llegado tras su cesión al Atlético de Madrid, quien solo jugó la primera mitad del juego, sufriendo dos de los tres goles que se llevó el Chelsea por su viaje a tierras germanas.
TÁCTICA CONOCIDA
"Cuando el árbitro se comporta así, como lo hizo, ya no se puede llamar más 'amistoso' al encuentro", cargó nuevamente. La táctica de Mourinho más conocida no se pone en práctica en el campo de juego, sino fuera de éste, al tratar de desviar la atención de su derrota echando por tierra el trabajo de los 'hombres de negro', quitándose así cierta responsabilidad de encima.
La temporada pasada, el luso fue multado por la Football Association (FA) por unas declaraciones sobre el referee Mike Dean, cuando sufrió la derrota de su equipo a manos de Sunderland por 1-2, en abril pasado.
Su mal humor alcanzó para un disparo más: criticó la Bundesliga alemana. "La liga inglesa no es como la alemana, donde uno sabe quién será primero y segundo. En Inglaterra uno puede quedar primero o sexto. La Premier League es dura", declaró según la página web española AS.com.