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Josep Guardiola se mostró visiblemente conmovido en su primera visita a un club de fans como entrenador del Bayern Múnich. El español, que no había vivido algo parecido hasta ahora, respondió una serie de preguntas peligrosas que le hiceron unos niños.
Tras firmar en el libro de honor de la pequeña localidad bávara de Glonn en perfecto alemán, el español, vestido de manera deportiva con unos jeans y zapatillas, entró en el pabellón guiado por una orquesta bávara de instrumentos de viento.
Durante una hora tuvo que hacer frente a las preguntas de los fans más pequeños que le hicieron sudar la gota gorda. "Los niños siempre me hacen las preguntas más difíciles", bromeó Guardiola entre risas.
"Me alegro de estar aquí", afirmó sobre su visita al club "FC Bayern Stammtisch '94" de casi 200 miembros, que tuvo la suerte de ganar el tradicional sorteo para recibir la visita de algún miembro del Bayern Múnich.
La asociación le concedió a Guardiola el título de miembro honorífico. "Es la primera vez que participo en una visita de un club de fans del Bayern Múnich", señaló el que ex entrenador del Barcelona. Pep tuvo que estrechar muchas manos y vio cómo las cerca de 450 personas presentes en el pabellón entonaban el cumpleaños feliz con motivo del 43 aniversario del técnico.
El club de fans le regaló una tarta gigante con forma de campo de fútbol y una chaqueta típica bávara de lana con "Pep" bordado en color rojo, que el homenajeado no dudó en ponerse enseguida y de la que ya no se desprendió. Incluso una monja, Carmen, de la orden religiosa "El Buen Pastor" subió al escenario para abrazar y felicitar a Guardiola con una bufanda del Bayern al cuello.
EN APRIETOS
El entrenador del Bayern Múnich contestó a todas las preguntas en alemán e incluso salió airoso a ojos de los presentes de un pequeño test básico sobre el dialecto bávaro. Consiguió incluso hacer más o menos comprensible la difícil palabra bávara "Oachkatzlschwoaf" (cola de ardilla).
Las preguntas de los niños sobre sus jugadores favoritos, los que desea o sobre si echa de menos al Barcelona, que sigue llevando "como siempre en el corazón", no lo dejaron indiferente. "Daré todo lo mejor de mí", aseguró sobre el desafío de repetir el histórico triplete de la pasada temporada después de perder el sábado por 3-0 ante el Red Bull Salzburg austríaco en un amistoso.
Respecto a su plato de comida favorito, Guardiola reconoció que la comida mediterránea es "un poco mejor". Como su jugador favorito nombró a su hijo Marius. Mientras, sobre qué jugador le gustaría traer al Bayern, el catalán se abstuvo de revelarlo: "Hay muchos jugadores extraordinarios en el mundo". Tampoco quiso destacar a una estrella del Bayern sobre las demás. "Me gustan todos los jugadores. No podemos jugar con once Neuers, once Ribérys u once Schweinsteigers".
¿Se imagina siendo entrenador de un equipo femenino? "Sí, estoy esperando una oferta", respondió con una sonrisa. Las preguntas transcurrieron así durante largo rato y después dio comienzo la parte más tediosa para el técnico: Guardiola se puso a escribir autógrafos de una cola sin fin.
