Cuesta se apellida el máximo goleador de Melgar que ayer acudió al llamado de la historia. Hermosa metáfora de lo que significa habitar este mundo, donde la mayoría la tenemos cuesta arriba, sin herencias ni padrinazgos.
Quién podía imaginarse en el 2012 que ese delantero argentino, bajo y ancho como un tractor, que venía del Tiro Federal del Ascenso argentino y que firmó por apenas tres meses, se convertiría en el ídolo de un pueblo que convive con un volcán.
Ha sido en Arequipa donde Bernardo Cuesta ha explotado todas sus condiciones técnicas, pero también su pasta de líder. Arequipa es el lugar donde se hizo padre, aprendió a comer rocoto y donde, seguramente, un día no muy lejano le entregarán las llaves de la ciudad.
Hizo falta en el duelo de ida, en Palmira, ante el Deportivo Cali, donde Iberico se comió más de un gol.
Por eso, ayer en la UNSA, su figura resplandeció. Melgar es un equipo con mayúsculas, donde el único insustituible es él. Un engranaje que roza la perfección –bajo los estándares sudamericanos, desde luego–, pero que necesita de su inteligencia y su frialdad para concretar las oportunidades con éxito.
A los 58′, en un penal por obra y gracia del VAR, Bernardo Cuesta ajustició a un arquero uruguayo apellidado De Amores que pretendió payasear como Andrew Redmayne.
A los 73′, aprovechó un pase en callejón de Iberico, y la mandó a guardar con un cañonazo. Doblete que lo sitúa como el máximo goleador de la Copa Sudamericana con ocho tantos y lo despunta como el goleador estelar de Melgar con 149 goles en 300 partidos, en nueve temporadas.
El descuento de los caleños a través de Mosquera a los 97′ no puso en peligro ni por un segundo la gesta de este Melgar, hechura de Néstor Lorenzo. Cómo se le extrañará a este entrenador del Río de la Plata que en el Día del Maestro recibió el mejor homenaje de sus pupilos.
Mención honrosa para Carlos Cáceda y ese mano a mano que resolvió con los pies. Para Kevin Quevedo y su resurrección, más allá que se nubló en los últimos metros. Para el ‘Chaca’ Arias y su identidad con los rojinegros.
El siguiente rival, en los cuartos de final de la Copa Sudamericana, será el Internacional de Porto Alegre que eliminó al Colo Colo de Gabriel Costa. No estará Lorenzo, pero sí Cuesta. Es un hecho, y una amenaza.