Se dice de Carles Puyol que pone la cara donde otros no se atreven a poner el pie. Eso lo ha demostrado en cada jugada. Él siempre ha puesto el pecho cuando del Barcelona se trata.
Y la jugada que hizo ante el Lokomotiv en octubre del 2002 por la Champions League lo grafica claramente. En un ataque, Obiorah superó al portero Bonano y quedó solo frente al arco, que era defendido por Puyol.
El capitán no dudó y puso el pecho al disparo del delantero, con lo que evitó el gol y despertó el delirio del público en el Camp Nou.
Finalmente el partido terminó 1-0 en favor de los catalanes, que clasificaron primeros en su grupo.