El Real Madrid hizo lo justo hoy para ganar 2-0 a Osasuna en la ida de los octavos de final de la Copa del Rey, un resultado que deja a los blancos muy cerca de la siguiente ronda. El equipo de Carlo Ancelotti dominó con claridad el partido, pero le sigue costando mucho crear ocasiones, con jugadores en la delantera lejos de su mejor forma.
Ancelotti propuso la alineación más ofensiva que se vio en Madrid en años. Incluyó a cuatro delanteros (Karim Benzema, Gareth Bale, Jesé y Cristiano Ronaldo), algo ciertamente inusual en estos tiempos. Pero nadie garantiza que por meter más delanteros se vayan a generar más ocasiones. Más bien suele suceder lo contrario.
Su primer tanto llegó a balón parado. A los 19 minutos, Luka Modric puso una falta en el área y Benzema cabeceó limpiamente a la red en una jugada mal defendida por la defensa visitante.
En la segunda mitad comenzó a aparecer la fatiga en Osasuna y ahí el Real Madrid tuvo su mejor aliado. Ese cansancio visitante se tradujo en errores defensivos y así llegó el segundo tanto blanco. A los 59 minutos, Oier hizo una pésima entrega atrás y Benzema recuperó. El francés pasó a Cristiano Ronaldo, quien dio una generosa asistencia para que Jesé marcara con facilidad.
Osasuna intentó irse arriba, pero le faltaron efectivos. A cambio, el Real Madrid intentó la sentencia de la eliminatoria y solo la falta de puntería le impidió lograr la goleada. Cristiano Ronaldo perdió un par de ocasiones claras, errores inusuales en el portugués.
El Real Madrid sacó una valiosa renta en la Copa del Rey que le debería servir para clasificar a cuartos. Pero nadie en el equipo blanco se fía de un campo como El Sadar, donde tradicionalmente sufre mucho. La eliminatoria está muy decantada, pero no decidida.