Es el único jugador que puede presumir haber sido goleador 14 veces en torneos de primera división. En la cuenta personal, Romario marcó 1002 goles, 280 menos que Pelé, pero es, sin duda, uno de los mejores delanteros de la historia. Hace 10 años anotó el gol mil con el Vasco da Gama, club en el que debutó profesionalmente y en Salón de la fama recordamos su trayectoria.
El 20 de mayo del 2007, Romario emuló a Pelé y eligió el mismo lugar para poner la pelota, también de tiro penal, y llegar a la marca de los 1000 goles que 38 años atrás había conquistado ‘O Rei’ del fútbol.
A pesar de que la FIFA solo le compute 768 tantos, para el ‘Baixinho’ de 41 años, y todo Brasil, esa noche en el estadio Sao Januario de Rio de Janeiro, se hizo historia
Para ese entonces, Romario ya había vestido las camisetas de 9 equipos. En PSV Eindhoven fue goleador en tres temporadas, pero su estela de crack mundial la inmortalizó en Barcelona. A pesar de que fue pichichi en la Liga española tuvo que dejar el club catalán porque Johan Cruyff no toleraba más los viajes del ‘Chapulín’ a Brasil.
El impresionante ‘9’ de 1.67 metros, soñaba con retirarse en la selección brasileña durante el Mundial de Corea-Japón 2002. Allí consiguieron el ‘Penta’, pero sin Romario. Ninguna campaña nacional de hinchas, ni la súplica de la propia madre del ídolo lograron ablandar el corazón del técnico Luiz Felipe Scolari. El entrenador lo dejó fuera de la nómina mundialista y el llanto del crack brasileño dio la vuelta al mundo.
Fue un sueño frustrado, pero Romario ya había hecho historia con Brasil junto a su socio, Bebeto. Además del título en Estados Unidos 94, ganó el Balón de Oro como el mejor jugador del torneo. Conquistó dos copas América, la de 1989 y 1997. Su depurada técnica, la fantástica ‘cola de vaca’ y los puntillazos letales que provocaron la admiración del mundo, fueron tan demoledores como sus innumerables declaraciones.
Romario, que se autodefine como “mujeriego”, tuvo como última conquista a Dixie Pratt en el 2015. El exjugador la conoció gracias a su hija Danielle Favatto, una joven de 19 años que deleita en Instagram a más de 189 mil seguidores con provocativas fotos.
Fruto de sus relaciones, tiene dos hijos y cuatro hijas. La menor, Ivy Farías, padece síndrome de Down y fue la principal motivación para la campaña que realizó en el 2014 a favor de los niños con habilidades diferentes. Este factor le valió a Romario ser elegido senador del Congreso Nacional de Brasilia, cargo que ocupa hasta hoy y que lo mantiene en las primeras planas tras ocho años de su retiro oficial del fútbol.