El partido entre Sevilla y Granada terminó dos veces. Sí, así como lo lee. En el Estadio Ramón Sánchez Pizjuán pasó algo insólito. El árbitro Ricardo de Burgos Bengoetxea tuvo que retractarse luego de pitar el final del encuentro y después de los reclamos de los integrantes del elenco visitante. Finalmente, el juez hizo volver a los futbolistas al campo para disputar el minuto que quedaba.
Con 2-1 en el marcador a favor del Sevilla, el colegiado pitó el término del enfrentamiento. Pero varios jugadores del Granada se acercaron para indicarle que, en el momento del silbido, todavía faltaba por jugar un minuto del tiempo de descuento.
Los jugadores se habían marchado a vestuarios y algunos del Sevilla ya se habían quitado remeras, botines y canilleras cuando el colegiado les llamó para regresar y que tuviera lugar el minuto que restaba.
“El árbitro pitó porque pensó que se había cumplido el tiempo y luego nos dijo que se había equivocado”, dijo el argentino Lucas Ocampos, autor del segundo gol del Sevilla. “Estaba terminado. Nunca vi algo así, algunos ya se habían quitado la ropa”, señaló.
Algunos jugadores del Granada, como el delantero Roberto Soldado, vieron el lado divertido del suceso, pero el entrenador local, Julen Lopetegui, estaba indignado por que se reanudara el encuentro.
“Hubo un problema con el reloj o algo así. Fue una situación rara, con mucha confusión. Pero no quiero ponerlo en las noticias. Pasó, todos cometemos errores”, declaró el técnico sevillista.
“Ellos (los árbitros) cometen errores como todos e intentó rectificarlo. Aunque nos dañó porque estábamos buscando el gol y la dinámica no fue la misma”, añadió de su lado Diego Martínez, preparador del Granada.
Al final, el resultado no cambió y el Sevilla se hizo con los tres puntos, gracias al 2-1.
Con información de AFP.