Suárez y la dura infancia que logró superar gracias a su esposa

Barcelona (EFE). Una complicada infancia en una familia desestructurada y sin recursos, los problemas con el alcohol y las malas compañías tuvieron lugar en el camino de Luis Suárez hasta la aparición de Sofía Balbi, la mujer que encaminó su carrera y le hizo cruzar el Atlántico para cambiarle la vida.

Es una historia real que podía estar inspirada en alguna de Disney con todos los elementos en juego. El malvado que se convierte en príncipe, aunque también a veces se transforme en Mr. Hyde, el niño pobre que ayuda a su madre como barrendero en la terminal de autobuses para conseguir unas monedas y, claro, la aparición de la princesa, en este caso Sofía Balbi, procedente, como no podía ser de otra manera, de una familia acomodada.

Nacido en Salto, a 300 kilómetros de Montevideo, la vida de los Suárez cambió cuando llegaron a la capital. La familia, conformada por seis hermanos, se vino abajo por la marcha del padre.

Sin recursos, todos tuvieron que buscarse la vida. Cuando alguien le dejaba unas botas, Luis Suárez jugaba al fútbol en el Urreta, pero lo poco que ganaba lo repartía, a veces entre su madre y otras en aventuras nocturnas con el alcohol como compañero.
 

SUS INICIOS EN EL FÚTBOL
En el Nacional de Montevideo, Luis tenía ante sí un prometedor futuro. Sin embargo, su alegría le duró hasta que Sofía le anunció que su familia se marchaba a Barcelona.

Desde aquel momento (2003), Suárez ya tuvo solo una idea en la cabeza -emprender el camino hacia Europa- y una sola vía para ello: el fútbol. Tardó tres años en conseguir su objetivo. Cansado de consumirse con aquellas conversaciones por 'Skype' con Sofía, Luis hizo las maletas y en 2006 se embarcó con destino Holanda.

El Groningen no era ni un buen equipo ni la oferta económica era excelente. Pagaron los holandeses 800.000 euros al Nacional por el traspaso y Suárez se encontró con un equipo mediocre. Ni hablaba el idioma ni tenía buena relación con el entrenador. Además, jugaba poco porque estaba subido de peso. En un viaje a casa de los Balbi convenció a la familia para que Sofía se fuera a vivir con él a Groninga.

CAMBIO NOTORIO
Desde aquel momento, Suárez se transformó. Sus estadísticas mejoraron, se convirtió en el jugador más determinante del equipo (15 goles en 37 partidos) y en unos pocos meses llegó una oferta mejor.

La siguiente etapa fue Ámsterdam. En el Ajax jugó desde junio de 2007 a enero de 2010. El equipo holandés pagó 7,5 millones euros y él los devolvió con 111 goles en 159 partidos.

Así, su fama se catapultó como la espuma y Liverpool llamó a su puerta. 26,5 millones de euros costó su pase. Ahí, en Anfield vivió sus mejores días: 82 goles en 133 partidos, especialmente en su última temporada.

Con 31 goles ha sido el máximo goleador de las Ligas Europeas, junto con Cristiano Ronaldo, y flamante 'Bota de Oro'. La última mala temporada del Barcelona del 'Tata' Martino y la llegada de Luis Enrique al banquillo azulgrana han sido decisivas para concretar su fichaje.

El técnico asturiano, un tipo de carácter, quiere hombres de ese perfil para el nuevo equipo que está construyendo. La apuesta es arriesgada en lo económico (81,5 millones de euros) y en lo personal por los antecedentes del jugador, suspendido por la FIFA a raíz de un mordisco propinado a Chielini, pero Suárez está donde quería: se irá a vivir a Castelldefels (Barcelona), muy cerca de donde viven sus suegros.