Gilles Yapi-Yapo fue noticia esta semana por la fuerte falta que sufrió y que le rompió los ligamentos de la rodilla. Pero la historia de este jugador marfileño del Zurich suizo va más allá. Vivió en un mundo de pecados del cual decidió salir para salvar la vida de su hijo.
A sus 32 años, Gilles ve peligrar su carrera en el fútbol por la rotura de ligamentos que sufrió y comparó este estado con lo que vivió antes. "Tenía una vida llena de pecados, perversión, sexo y pornografía. Fui esclavo de todas esas cosas", contó en un video publicado en la web de la iglesia evangélica a la que asiste, según informa Mundo Deportivo.
Sin embargo la vida de Yapi-Yapo cambió cuando vio peligrar la vida de su hijo. "Perdí 200 mil euros y llegué a pensar en el suicidio. Me pidieron sacrificar a mi hijo para salvarme y ahí entendí que había llegado demasiado lejos y entonces renací", cuenta el futbolista.
El jugador africano se aferrra a Dios para salir del mal momento. El jugador del Zurich tendrá que esperar para retornar al campo. Sandro Wieser, quien lo lesionó, fue denunciado penalmente por la brutal entrada.