Nuestro fútbol ha recibido con los brazos abiertos a una multitud de jugadores extranjeros. Algunos de ellos quedarán en el recuerdo por sus curiosas historias. (Foto: GEC)
Nuestro fútbol ha recibido con los brazos abiertos a una multitud de jugadores extranjeros. Algunos de ellos quedarán en el recuerdo por sus curiosas historias. (Foto: GEC)
Kenyi Peña Andrade

A lo largo de su historia, el fútbol peruano se ha encargado de recibir y cobijar a jugadores extranjeros que dejaron huella no solo por su calidad futbolística, sino también por sus personalidades que los hicieron entrañables en el recuerdo de los aficionados. Extraños looks, particulares formas de ser, curiosos apodos, originales celebraciones de goles y hasta parecidos físicos con personajes famosos son características que identificaron a estos personajes inolvidables. A continuación repasamos una lista de los futbolistas más extravagantes que pasaron por nuestro balompié.

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ÓSCAR DERTYCIA

El delantero argentino llegó a nuestro país con un gran currículum. (Foto: AFP)
El delantero argentino llegó a nuestro país con un gran currículum. (Foto: AFP)

El experimentado atacante fue, quizá, uno de los delanteros con mejor curículum que ha jugado en el fútbol peruano. El ‘Pelado’ llegó al Perú en el 2002 para defender a Sport Coopsol de Trujillo y, jugando por ese equipo se le recuerda grandes actuaciones ante Sporting Cristal, en el Estadio San Martín de Porres, y frente a Alianza Lima en Matute. En ambas oportunidades con goles de buena factura.

Dertycia, con 36 años encima en ese momento, ya se había dado el lujo haber jugado en las selección Sub 20 de su país y también en la mayor de la mano de Salvador Bilardo. Además, había paseado su fútbol por clubes representativos de la liga argentina, el fútbol español y el italiano. Sin embargo, más allá de sus anotaciones, los hinchas también lo recuerdan por su enorme parecido al icónico vampiro Nosferatu. Apenas pisó suelo peruano y sin haber jugado un minuto, los periodistas ya lo habían bautizado de esa manera.

GUILLERMO HERNANDO

Hernando se parecía físicamente al inolvidable Juan Carlos Zubczuk. (Foto: AFP)
Hernando se parecía físicamente al inolvidable Juan Carlos Zubczuk. (Foto: AFP)

Con un recorrido importante en el fútbol argentino y colombiano, el portero argentino se robó el show de la temporada 2004. Con su larga cabellera rubia y el físico de jugador de rugby, el arquero fue la gran figura del Atlético Universidad de Arequipa. Imponía seguridad con sus grandes atajadas.

Su nombre y apellido también dieron la vuelta a al mundo en setiembre de ese año. ¿La razón? Anotó un gol ejecutando un tiro libre desde la media cancha ante Alianza Atlético. La anotación de gran factura provocó que las cadenas internacionales se rindan ante él.

Pero en los estadios donde atajó siempre ocurría algo poco usual. Los hinchas no lo llamaban por su nombre. “Bien Zubczuk, eres un arquerazo”, le gritaban los fanáticos desde las tribunas por su enorme parecido al mítico golero crema de la década del noventa, Juan Carlos Zubczuk. Cada vez que esto sucedía, el golero se reía y perdía la seriedad a la que nos tenía acostumbrado bajo los tres palos. Imposible no tomarlo con humor.

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ROBERT LIMA

El uruguayo fue figura en el Peñarol de su país, pero en el Perú tuvo actuaciones discretas. (Foto: GEC)
El uruguayo fue figura en el Peñarol de su país, pero en el Perú tuvo actuaciones discretas. (Foto: GEC)

Era el 2004 y el Cristal del argentino Edgardo Bauza necesitaba un central extranjero que le dé solidez en el fondo. Fue así que apareció el nombre del uruguayo Robert Lima. Con la experiencia de haber formado parte del segundo quinquenio de Peñarol y tener varios partidos con su selección en la espalda, parecía ser una gran apuesta por parte de la directiva rimense.

Una vez que llegó al aeropuerto e iba avanzando hasta el estacionamiento, el defensor acaparaba mirada de propios y extraños. Pero no era precisamente porque todos los presentes lo reconocían por ser hinchas celestes o les gustara el fútbol. Más de uno lo confundió con un cantante de reggae. Con sus enormes rastas en el cabello, rápidamente los fanáticos lo apodaron Bob Marley. El central al menos regaló algo de humor a la gente, porque en la cancha se fue con una deuda inmensa.

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ERNESTO ZAPATA Y MAURICIO MARTÍNEZ

Los uruguayos causaron sensación en el fútbol peruano con su goles y ocurrencias. (Foto: GEC)
Los uruguayos causaron sensación en el fútbol peruano con su goles y ocurrencias. (Foto: GEC)
/ DANIEL SILVA

En el 2002, dos locos llegaron a Lima para poner de cabeza el fútbol peruano con la camiseta de Cienciano: los uruguayos Mauricio Martínez y Ernesto Zapata. Ambos se tomaban con mucha alegría el juego. Eran delanteros potentes, goleadores y de buena técnica. Pero lo que los marcó fue el ‘look’ que eligieron para identificarse en la cancha.

Martínez tenía el cabello pintado de rubio, mientras que Zapata era pelirrojo. Sumado a las ocurrencias que tenían en el campo de juego (celebraban goles dándose besos o usando gorritos de navidad) y en las conferencias, nunca pasaron desapercibidos. Sumado a eso, los dos tuvieron grandes actuaciones y marcaron muchos tantos con la camiseta del cuadro imperial.

“Le mando un beso grande a todos los que me quieren, y si alguien me contrata en el Perú nos daremos un piquito como en los viejos tiempos”, dijo Martínez a América Deportes en una entrevista de hace algunos años. Los locos siempre serán recordados por los fanáticos de esa época. Imposible olvidar sus goles y sus ocurrencias.

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PRINCE AMOAKO

Con Cristal, el ghanés se proclamó subcampeón de la Copa Libertadores 1997. (Foto: GEC)
Con Cristal, el ghanés se proclamó subcampeón de la Copa Libertadores 1997. (Foto: GEC)

Hasta hoy es el primer y único africano en disputar una final de Copa Libertadores. El ghanés lo hizo con la camiseta de Cristal ante Cruzeiro en la edición de 1997. En aquel torneo solo jugó el partido de la final de vuelta jugada en Brasil. Su potencia física y velocidad lo hicieron distinguirse rápidamente. Con esas habilidades se ganó el protagonismo en el fútbol peruano.

El dato curioso es que integró la selección de Ghana que participó en la Copa Africana de Naciones 2002 y que avanzó hasta cuartos de final. Dicen que, en su estadía en el Perú a Amoako le costó más aprender a hablar español que ganarse un lugar en el once de Sergio Markarián. Uno de sus maestros para aprender el idioma fue Nolberto Solano. “Me enseñaba puras lisuras”, comentaría el propio Amoako sobre Ñol.

Luego de actuar en España, Grecia y Rusia, Amoako culminó su carrera profesional en el 2006 con el Asante Kotoko de su país natal. Sin embargo, lo último que se supo de él fue el problema policial en el que se vio envuelto al ser denunciado por un asalto. Ello lo llevó a emigrar a Estados Unidos, donde dirige una academia de fútbol. De casi ser campeón de la Libertadores a ser perseguido por la justicia. Increíble.

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TAKASHI WATARI

El japonés fue más reconocido por su capacidad para ser traductor que por sus virtudes dentro de la cancha. (Foto: GEC)
El japonés fue más reconocido por su capacidad para ser traductor que por sus virtudes dentro de la cancha. (Foto: GEC)

La historia del delantero Takashi Watari es extraña y afortunada. Nació en Okayama, Japón, el 8 de marzo de 1972. Su primera oportunidad en el fútbol sudamericano, casi una década antes de llegar a Sporting Cristal, fue en Boca Juniors la temporada 1991. Cuando la Copa Intercontinental todavía se jugaba en el país del sol naciente, se pudo ver a Watari, pero no teniendo minutos en cancha, sino ayudando en la traducción al equipo argentino que dirigía Carlos Bianchi.

Watari dejó el cuadro xeneize, pasó por Nueva Chicago (aquí también hizo de traductor) también de Argentina, y el 2003 nuevamente apareció en la final de la penúltima Copa Intercontinental, antes de que esta cambie de nombre a Mundial de Clubes. Boca superaba a Milan por penales y el japonés aparecería festejando durante algunos segundos en la señal internacional que trasmitía el partido.

En el 2006 llegó a Cristal, al parecer una empresa japonesa lo cedió sin costo alguno. Estuvo en la lista de buena fe de la Copa Libertadores, pero Chemo del Solar nunca le dio una oportunidad. Seguro por su poca calidad ya comprobada revisando sus antecedentes. Cuando uno iba a ver los partidos de ese Cristal, se encontraba al japonés disfrutando de los dulces peruanos en la tribuna. Se lo recordará más como el traductor que quiso ser futbolista.

EMEKA EZEUGO

El nigeriano tuvo un paso fugaz por el fútbol peruano, del que se fue siendo protagonista de las páginas policiales de los diarios. (Foto: GEC)
El nigeriano tuvo un paso fugaz por el fútbol peruano, del que se fue siendo protagonista de las páginas policiales de los diarios. (Foto: GEC)

En su cartel lucía haber jugado con la selección nigeriana la Copa del Mundo Estados Unidos 1994. Aún así, los minutos que alternó en su único partido, ante Bulgaria, de poco le sirvieron para encontrar un club en el que se sintiera cómodo. En nuestro país, primero firmó con el Deportivo Wanka, pero sin convencer en su labor como defensa. Después se fue a Ica para alternar en el Estudiantes de Medicina, con el que causó sensación en el Torneo Clausura.

Lo malo para Ezeugo fue que el éxito deportivo de su equipo no iba de la mano con lo económico, una situación que lo llevó a tener una abrupta salida del Perú tras verse involucrado en un confuso robo en la sede del club Estudiantes. Nunca se supo cuál fue la verdad de los hechos. El mundialista Ezeugo, que había generado gran expectativa entre los hinchas, se fue por la puerta trasera y acusado de graves delitos. Años después sería arrestado por posesión de armas en la India.

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