Marco Quilca León

“¿De verdad, profe?”. La pregunta, con cierta inocencia y mucha incredulidad, es de hacia Francisco Castelo Branco, más conocido como ‘Chicao’, técnico que asumió el mando de las selecciones de futsal y fútbol playa de Perú en enero de 2018. El brasileño recién había pisado suelo peruano y recibió la invitación de Cleve Cobos Zúñiga, coordinador de selecciones de la FPF, para ver un partido de futsal de un torneo interprovincial que se jugaba en la Videna de San Luis. Y allí vio a Alex, el ‘9′ que ahora con sus nueve goles -es el máximo artillero de la Liga 1- mantiene intactas las esperanzas de en el Torneo Apertura. Su doblete ante Alianza Atlético puso a la ‘U’ en el cuarto puesto con 23 puntos, solo tres por debajo del líder Sport Huancayo.

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“Le pregunté a Clever si podíamos invitarlo para que se quede en la Videna y entrenar con la selección de fútbol playa. Recibió el ok y fui a hablar con él para saber si tenía la posibilidad. Cuando conversamos, al principio no creía que todo era verdad”, nos cuenta Castelo Branco desde Brasil. Viajó a su país natal luego de la Copa América 2022 de futsal que se realizó en Paraguay entre el 29 de enero y 6 de febrero y en el que la Bicolor quedó en el noveno lugar.

‘Chicao’ convenció al tímido Alex para formar parte del combinado patrio que se estaba preparando para la Copa América de fútbol playa en 2018. La duda siempre estuvo en estar lejos de su familia. Natural de Pomalca, un pequeño pueblo lambayecano, Valera debía aceptar con la condición de vivir seis meses en la Videna para entrenar todos los días bajo las órdenes del técnico. Era la primera vez que iba a practicar el deporte.

“Trabajaba a diario, volvía a la Videna a descansar y a alimentarse de manera adecuada. Nunca había jugado fútbol playa y tuvimos que enseñarle desde cero. Pero yo ya había visto que tenía un potencial enorme. Una zurda espectacular, una patada tremenda. El trabajo consistió en enseñarle los fundamentos. La verdad es que siempre fue un chico muy determinado, aplicado y dedicado”, añade el entrenador.

Su crecimiento

Los seis meses en los que vivió Alex en el centro de entrenamiento de todas las selecciones —el búnker de Ricardo Gareca— no fueron fáciles. Pero su determinación de algún día cumplir su sueño de ser futbolista profesional lo mantuvo siempre de pie. “Cuando estaba en el fútbol playa y concentraba en la Videna, veía pasar a los jugadores y yo siempre quería estar ahí. Ahora se dio la oportunidad. No quiero desaprovecharla. Quiero seguir trabajando, mejorando y aprendiendo para seguir siendo llamado”, contó el ‘9′ de la ‘U’ en una entrevista con el Diario AS en diciembre del año pasado.

En la Copa América de fútbol playa 2018, que se realizó en el Boulevard de Asia, en el kilómetro 97 de la Panamericana Sur, Valera hizo dupla en ataque con Juan Cominges, exfutbolista y ahora coach de la selección peruana dirigida por Ricardo Gareca. “Anotó seis goles y nos ayudó muchísimo en el juego. Él se comprendía bien con Cominges. Yo los ponía a los dos”.

Fue tan significativo el crecimiento del atacante que fue convocado por el entrenador para ser parte del seleccionado que viajó hasta China, al otro lado del mundo, para enseñar a jugar fútbol playa a niños y adultos. “Fuimos a dar una clínica de fútbol playa —consiste en sesiones de práctica— en colegios y universidades, también jugamos contra selecciones de China. Él estaba ahí enseñando a cómo se juega, cómo se hace una chalaca o la técnica para patear al arco”, recuerda ‘Chicao’.

Alex Valera jugó en la selección de fútbol playa, también futsal, pero nunca dejó de lado el fútbol. Desde los 15 años disputó la Copa Perú, el torneo amateur del fútbol peruano en el que juegan equipos de todos los rincones del país y que le dio pista a jugadores como Edison Flores o el propio Pedro Gallese. Tras la Copa América logró el anhelado ascenso a Primera con Molinos El Pirata, pero la directiva decidió no contar con él.

En 2019 volvió a jugar la Copa Perú, esta vez con Deportivo Garcilaso. La historia toma forma en los cuartos de final de este tradicional campeonato, luego de que Garcilaso quedara eliminado por Deportivo Llacuabamba. Al día siguiente de su derrota, el equipo ‘Minero’ se contactó con el mismo jugador para que sea parte del plantel. Salieron campeones y su paso a la máxima división era asegurada.

Los frutos que llegaron después son conocidos: marcó nueve goles con Llacuabamba en la Liga 1 2020, fichó por Universitario -estuvo a punto de hacerlo por Alianza Lima-, anotó once tantos en su primera campaña y en la actual lleva dos festejos. Fue convocado por Ricardo Gareca, jugó la Copa América Brasil 2019 y seguramente guarda en su cuarto la medalla de cuarto lugar como el tesoro más preciado.

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Potenciado sin querer

Alex Valera nunca perteneció a las divisiones menores de un club. Se formó solo. Pero sí fue potenciado al practicar futsal y fútbol playa. “El fútbol playa te da potencia y buena pegada. Son cosas que te ayudan a ganar virtudes que quizás otros jugadores no tienen. Por ejemplo, también hacer una ‘chalaca’ o tener buen cabezazo”, contó a Depor.

Francisco Castelo Branco analizó el aporte de estos deportes al fútbol. “En futsal creamos a un jugador que está acostumbrado a tomar decisiones rápidas en espacios pequeños. En el fútbol playa la técnica tiene que ser muy apurada en un terreno de juego con muchas dificultades y el jugador gana mucha potencia, explosión. Cuando lo devolvemos a su deporte, que es el fútbol, entregamos un futbolista con más técnica, inteligencia, táctico, capaz de tomar decisiones de manera rápida”.

‘Chicao’ pone como ejemplo al fútbol brasileño, tierra de cracks como Pelé, Ronaldinho, Neymar y faltaría tiempo de mencionar a todos. “Los clubes grandes como Flamengo, Palmeiras, Corinthians, Sao Paulo, Vasco y demás, enseñan futsal en sus divisiones menores. De los cinco a siete años, si tiene cuatro entrenamientos a la semana, tres son de futsal y uno de fútbol. Pasado los ocho son dos cada uno. Después de los diez u once años, los pequeños empiezan a tener más fútbol que futsal. Pero esa es la línea que se sigue”.

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El techo aún no ha llegado

Recordar los inicios de Alex Valera sirve, incluso, como ejemplo de vida. Pero analizar su presente es necesario para darnos cuenta que estamos ante un futbolista que podría competir palmo a palmo, en un futuro cercano, la ‘9′ de la Bicolor con Gianluca Lapadula.

“Desde mi área te puedo decir que es un jugador top en rendimiento físico, capaz de recorrer más metros que los volantes mixtos y con buena velocidad. Además de ser un jugador fuerte con buena estructura. Está en permanente evolución”, nos comenta Néstor Bonillo, preparador físico de la selección peruana. Y aquí volvemos a los beneficios de haber practicado fútbol playa.

“Tiene mucho para crecer. Y lo principal: él sabe que puede crecer, sabe que puede dar más”, dice ‘Chicao’. “Cuando anotó en los amistosos con Perú, cuando aportó en la jugada para el gol ante Ecuador, te digo sinceramente, lo celebré como un hincha. Aprecio mucho a Alex”, agrega.

Aunque Carlos Orejuela, canterano y campeón nacional con Universitario de Deportes en el 2000 y 2009, señala que aún es muy pronto para pronosticar hasta dónde puede llegar Valera, sí cree que el ‘9′ cumple con los requisitos para ser el hombre que comande la ofensiva de la ‘U’.

“Hay una presión que te genera el club, más aún porque no campeona hace mucho tiempo. Pero Valera ya se ganó a la hinchada y al entrenador. Creo que con lo que está haciendo es suficiente para la ‘U’ porque, fuera de que pueda meter más goles, lucha, es fuerte, aguerrido, no da pelotas por perdidas y está en constante movimientos. Eso llena los ojos del hincha de la ‘U’”.

Alex Valera lleva dos goles en la Liga 1 2022 con el cuadro crema. Y dos más con la selección peruana en los amistosos ante Panamá y Jamaica el mes pasado. También forzó la jugada que terminó en gol de Edison Flores en el 1-1 ante Ecuador que, por ahora, nos da la tranquilidad de depender de nosotros mismos para ir a Qatar 2022. Su confianza está por los cielos y sus logros son los frutos de una carrera de película.